Primera prueba de que los romanos usaron la hierba loca como medicina
Se trata del beleño negro y aún no se sabe a ciencia cierta si la preferían como medicina o como narcótico. Esta hierba se utilizó en la antigüedad tanto por sus propiedades curativas como por sus efectos alucinógenos.
Un equipo de arqueólogos logró responder una de las dudas que existía en torno a la utilización de semillas de la planta conocida como “hierba loca”. A partir de un hallazgo reciente, proporcionaron la primera evidencia de que los romanos no sólo conocían las propiedades de esta especie sino que además tenían la costumbre de almacenarla.
Los responsables de este descubrimiento son los integrantes del grupo dirigido por la doctora Maaike Groot de la Freie Universität de Berlín. Fueron ellos los que analizaron las semillas encontradas en un hueso hueco de oveja o cabra, sellado con un tapón de alquitrán de coren de abedul negro en el asentamiento romano de Houten-Castellum, actualmente territorio de los Países Bajos.
La planta en cuestión es el beleño negro, también conocido como henbano negro o hierba loca entre muchos otros nombres aunque en realidad es una especie de planta herbácea del género Hyoscyamus de la familia Solanaceae. Mas allá de que tenga ciertos usos farmacéuticos y medicinales, se trata de una planta altamente tóxica por la cantidad de principios activos peligrosos que posee.
Es una especie nativa de toda Europa, norte de África, Asia central y occidental; Aunque luego se introdujo e incluso cultiva, en muchas zonas templadas del mundo, como Estados Unidos y el sureste de Australia.
Las hojas y semillas de esta particular planta contienen: alcaloides tropánicos: escopolamina, hiosciamina que es el levo-isómero de la atropina y tiene el doble de potencia, atropina y abundantes flavonoides. En las hojas el porcentaje de alcaloides es del 0,17 %, en las raíces del 0,08 % y en las semillas del 0,05 %. La atropina y la escopolamina se encuentran sobre todo en las hojas mientras que en las semillas se encuentran sobre todo hiosciamina y atropina.
Hasta ahora, sólo se habían encontrado evidencias de esta planta en cuatro sitios -la mayoría de ellos en el noroeste de Europa- con lo cual todo parece indicar que su uso no era algo casual. De todos esos hallazgos, sólo uno registraba características similares al actual, ya que también se encontraba en una bolsa contenedora de la época romana en lo que habría sido un hospital del siglo I d.C. en el territorio actual de Alemania.Plinio tenía razón
Este descubrimiento aporta credibilidad a los relatos de escritores como Plinio el Viejo, quien destacaba la utilización de esta planta para combatir la fiebre, la tos o el dolor corporal. Además, en el siglo III Claudio Eliano ya mencionaba que cuando los cisnes comían estas semillas, convulsionaban y se ahogaban en el agua.
En la antigüedad se la utilizaba por razones de culto divino y en la Edad Media ganó popularidad porque era parte de un cocktail llamado "poción de volar”. Era un brebaje anestésico que se preparaba como complemento a la cerveza y contenía entre sus ingredientes bilis, vinagre o lechuga, opio, cicuta, bryonia dioica y nuez blanca.
El beleño en la historia y la literatura
Durante años existieron dudas acerca de la disponibilidad de este “remedio” ya que la planta puede crecer de forma silvestre y por lo tanto las semillas podrían haber aparecido en sitios arqueológicos por casualidad; Pero por las características de este hallazgo todo parece indicar que se almacenó allí de manera intencional.
En cuanto a la literatura, el caso más famoso en la ficción existe en la obra Hamlet, de Shakespeare. En el acto I, escena V, el fantasma del padre de Hamlet le cuenta a éste que su hermano lo ha envenenado vertiendo un veneno en su oído. Si bien existe cierta controversia sobre si Shakespeare se refería al beleño o a otra planta, existen trabajos de investigación que indican que el jugo del beleño -utilizado de esa forma- podría causar la muerte de una persona.