¿Pueden vivir las cucarachas sin su cabeza? ¿Mito o realidad?
Las cucarachas son insectos increíbles que pueden sobrevivir a extremos como una armagedón nuclear. Pero, ¿es cierto que pueden vivir semanas sin su cabeza? Te contamos si esa creencia es un mito o es real. La respuesta te puede sorprender.
Aunque para muchos las cucarachas son insectos que generan reacciones de rechazo, y nadie quiere tenerla en sus casas, lo cierto es que son seres realmente increíbles. Uno de los puntos que la destacan es su capacidad de supervivencia y de adaptación al medio en el que les toca vivir. Por caso hoy se sabe que fueron capaces de sobrevivir al meteorito que causó la extinción de los dinosaurios.
Uno de las muletillas que más repetimos sobre estos insectos es que pueden vivir sin su cabeza incluso durante varios días. Sin rodeos, podemos decir que la respuesta es “sí”. Según detalla Muy Interesante México, esa capacidad la logra gracias a que una cucaracha no se desangra porque tiene un sistema circulatorio abierto con una presión sanguínea muy baja.
Otro elemento que juega en favor de esa posibilidad casi mágica está dado por el hecho de que la herida se tapona muy rápido por la coagulación del líquido del medio interno. Y podemos sumar un punto más que juega a su favor: no sólo sobreviven sin cabeza, donde tienen el cerebro, sino que son capaces, incluso sin él, de aprender a levantar o bajar las patas para evitar descargas eléctricas. Es decir, aun sin cerebro, pueden aprender, de acuerdo a los resultados de una investigación publicada por ScienceDirect.
La versatilidad de las cucarachas
Un punto que le resta algo de esa capacidad de supervivencia es el hecho de que sin su cabeza, les cuesta más escapar a estímulos nocivos que si tuvieran el cuerpo completo. Maldita.es refiere que existen estudios que han observado cómo las cucarachas descabezadas son capaces de moverse ‘muy activamente’ hasta 10 días después. La cucaracha roja o americana (Periplaneta americana) llega a sobrevivir “varias semanas en un tarro” después de ser decapitada “con mucho cuidado” y habiendo sellado la herida con cera dental.
En el caso de los humanos la decapitación es casi inmediatamente fatal porque nuestros sistema circulatorio de alta presión del que dependemos para mantener nuestros tejidos oxigenados rápidamente se descompensa. Por ejemplo, al cortar las arterias carótidas del cuello la persona se desangra por completo en pocos minutos. Aunque los cortes se cauterizaran de inmediato, tu cuerpo no puede sobrevivir sin las señales nerviosas del cerebro que te indican que respires.
Lo que parece aterrorizante es que la cabeza seccionada de una cucaracha se mantiene viva algunas horas, e incluso es capaz de mover las antenas. También se ven favorecidas debido a que respiran por un sistema de tráqueas o espiráculos distribuido por todo el cuerpo, por lo que no depende de una nariz para respirar. Y por si esto fuera poco, el cerebro de la cucaracha no controla esta respiración y la sangre no transporta el oxígeno por todo el cuerpo. En su lugar, los espiráculos conducen el aire directamente a los tejidos a través de un conjunto de tubos llamados tráqueas.
Más de 300 millones de años de evolución
Muchas son las posibilidades que tienen estos insectos para sobrevivir gracias a los más de 300 millones de años de evolución que acarrea. Scientific American también señala que los insectos tienen grupos de ganglios, aglomeraciones de tejido nervioso, distribuidos dentro de cada segmento del cuerpo capaces de realizar las funciones nerviosas básicas responsables de los reflejos.
Esta capacidad morfológica hace que sin el cerebro, el cuerpo pueda seguir funcionando en términos de reacciones muy simples, como ponerse de pie, reaccionar al tacto y moverse. Es verdad que al ser decapitada no tienen boca ni la parte anterior del tubo digestivo. Por ello no se pueden alimentar, pero pueden pasar varias semanas sin comer debido a su metabolismo.
Las cucarachas son poiquilotermos, es decir, especies de sangre fría, lo que significa que necesitan mucho menos alimento que los humanos. “Un insecto puede sobrevivir durante semanas con la comida de un día”, señala el fisiólogo y bioquímico Joseph Kunkel, de la Universidad de Massachusetts Amherst. Mientras algún depredador no se los coma, se quedarán quietos y sentados, a menos que se infecten con moho, bacterias o un virus. Entonces sí estarán muertas.