¿Qué escuchamos cuando no oímos nada? La ciencia dice que el silencio tiene un sonido

En medio del bullicio constante de nuestras vidas cotidianas, el silencio a menudo se pasa por alto. Sin embargo, ¿alguna vez consideraste que el silencio en sí mismo podría tener un sonido propio?

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¿Será que el sonido es una percepción y no solamente un ruido?

Un estudio reciente publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences revela que el silencio no es simplemente la ausencia de sonido, sino más bien una experiencia perceptible y, sorprendentemente, puede ser considerado como un tipo de "sonido" en sí mismo.

¿Solo escuchamos sonidos? ¿O también podemos escuchar el silencio? Estas preguntas son el tema de un debate filosófico de siglos de antigüedad entre dos campos: el punto de vista perceptivo (literalmente escuchamos el silencio) y el punto de vista cognitivo (solo juzgamos o inferimos el silencio).

Los investigadores, liderados por expertos en ciencia cognitiva y filosofía de la Universidad Johns Hopkins, se propusieron explorar cómo percibimos el silencio y si nuestro cerebro lo interpreta de manera similar a como procesa los sonidos. A través de una serie de pruebas que emplearon ilusiones sónicas, descubrieron que las personas experimentan los silencios de manera similar a como perciben los sonidos.

En una de las pruebas, se comparó la duración de un sonido largo con la suma de dos sonidos más cortos que juntos tenían la misma duración. Curiosamente, la mayoría de los participantes percibieron que el sonido único duraba más que la suma de los dos sonidos cortos, lo que demuestra que nuestras percepciones pueden engañarnos incluso cuando se trata de silencios.

Los resultados sugieren que las personas perciben el silencio con su propio tipo de "sonido", no solo como una brecha entre los ruidos. En otras palabras, las personas reaccionan a los silencios de la misma manera que reaccionan a los sonidos, aunque no estén “escuchando” nada en absoluto.

Para aplicar esta ilusión al silencio, los investigadores insertaron fragmentos de silencio en diferentes contextos sonoros, como sonidos de restaurantes, mercados concurridos, trenes o parques infantiles. Sorprendentemente, descubrieron que los participantes percibían los silencios más largos de la misma manera en que percibían los sonidos más largos. Esto sugiere que el silencio no es simplemente la falta de sonido, sino que tiene su propio "sonido" que nuestros cerebros son capaces de interpretar.

Un sonido desconocido que merece nuestra atención

¿Cómo es posible que podamos escuchar el silencio? Aunque los científicos aún no han desentrañado completamente los procesos neuronales involucrados, algunas teorías sugieren que ciertas neuronas y procesos cerebrales podrían estar relacionados con nuestra capacidad para percibir el silencio como un evento auditivo.

Este descubrimiento desafía nuestra percepción convencional del silencio y nos invita a prestar más atención a los momentos de tranquilidad en nuestras vidas. El silencio ya no debería ser considerado como una mera falta de ruido, sino como una experiencia valiosa en sí misma. Al reconocer que el silencio tiene su propio "sonido", podemos aprender a apreciar y disfrutar más de estos momentos de calma y paz.

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Los procesos cerebrales podrían estar relacionados con nuestra capacidad para percibir el silencio como un evento auditivo

Este estudio abre las puertas a nuevos interrogantes. El silencio es mucho más que la falta de sonido. Es un fenómeno perceptible que nuestros cerebros interpretan de manera similar a cómo se procesan los sonidos. Pero es una hipótesis que puede cuestionarse fácilmente: los sonidos son ondas que impactan en las células de su oído y durante el silencio eso no ocurre. Pero eso no significa que no podamos detectar ese silencio. ¿Será que el sonido es en realidad una percepción y escuchar es algo más que solo sonidos?

Entonces, la próxima vez que te encuentres sumergido en el silencio, cerrá los ojos y prestá atención a la ausencia de ruido. El silencio al final de la actuación musical. La pausa en un discurso dramático. El momento de silencio cuando cerrás la ventana del auto. ¿Qué es lo que oímos cuando no oímos nada en absoluto? El silencio nos habla en su propio lenguaje, y al escucharlo, podemos descubrir una nueva forma de conexión con el mundo que nos rodea.