Radiografía a las tormentas
Cada relámpago ilumina de forma distinta a las nubes, y esos destellos repentinos de sombras y brillos, puede dar pistas sobre la estructura interna de la tormenta y su evolución.
En las noches tormentosas podemos deleitarnos con los interminables flashes que surcan el cielo creando un espectáculo natural, siempre que estemos protegidos y al resguardo. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Geophysical Research propone utilizar esos destellos que iluminan el cielo para conocer y comprender la estructura y evolución de cada nube, dando información extra a los meteorólogos para generar las advertencias.
Michael Peterson, físico atmosférico de Los Alamos National Labs en Nuevo México y autor del estudio, está utilizando los pulsos de iluminación para producir "fulminogramas" que muestran las características interiores de las nubes. "La salida se asemeja a una imagen de rayos X de la tormenta", dice Peterson. "Cuando la luz debe penetrar en nubes convectivas gruesas, que son potenciales generadoras de granizo, se destacan como puntos oscuros en la imagen, mientras que los puntos más brillantes nos muestran dónde puede salir mucha luz de la nube".
Cada destello ilumina las nubes de una manera diferente porque las nubes no son una superficie homogénea, sino que tienen diferentes concentraciones de lluvia y hielo de un lugar a otro. Esta inhomogeneidad modificará el flash de una manera diferente y permite identificar y describir el interior de la nube a partir de las mediciones de rayos.
El estudio de Peterson se basó en los datos recopilados desde el espacio a partir del Geostationary Lightning Mapper (GLM) que se encuentra en los satélites GOES de NOAA, y que es usado por los meteorólogos para contar relámpagos y monitorear tormentas en tiempo real. Gracias a que la vista desde los satélites es tan amplia, Peterson espera poder ampliar el estudio para hacer el seguimiento de las tormentas, no solo del continente americano, sino también de todo el planeta.
Otros intentos
Esta no es la primera vez que se estudian los reflejos y la dispersión de la luz en las nubes de tormenta para estimar la peligrosidad del fenómeno. Pero en los casos anteriores se usaron simulaciones de nubes por computadora que se simplificaron dándoles forma de cilindros o planos horizontales.
“En el mundo real, las tormentas son mucho más complejas. Podemos aprender mucho más sobre el comportamiento de las tormentas trabajando con observaciones de datos reales recopiladas de tormentas reales ”, dijo Peterson.
Con esta nueva técnica es posible identificar los sistemas de tormentas que pueden producir rayos especialmente peligrosos, como destellos horizontales que aparecen de la nada, dijo Peterson. “El siguiente paso será combinar las imágenes ópticas del GLM con mediciones de radiofrecuencia para construir una vista más tridimensional de los rayos y las nubes de tormenta, ya que en este momento no se puede saber con certeza si el rayo es de nube a tierra o entre nubes” dijo Peterson.