Reforestación con algas: geoingeniería para combatir el cambio climático desde el océano
En las costas de Filipinas, una plataforma emerge cada día de las profundidades oceánicas para ayudar a reforzar los procesos naturales que capturan el CO2 de la atmósfera.
Cerca de las costas de Filipinas, una enorme plataforma redonda y blanca emerge sistemáticamente de las aguas del océano Pacifico. Esta obra de ingeniería moderna de la empresa Climate Foundation promete enfrentar no solo el cambio climático, sino también múltiples desafíos globales mediante la reforestación del océano con algas marinas
La estructura prototipo se asemeja a un gran anillo de unos 40 metros de diámetro. El mar la ha reclamado como suya. A pesar de ser un objeto de alta tecnología, fue desgastado y corroído por el mar. Está cubierto de percebes, unos pequeños crustáceos que se adhieren a las superficies duras, que se mueven constantemente. Esto le ha dado una apariencia antigua y desgastada, como la de un naufragio.
Eliminar el CO2 de la atmósfera
Cada día, esta plataforma sale de las profundidades y se eleva para exponer las algas al Sol, esencial para su proceso de fotosíntesis. Y luego vuelve a sumergirse, donde el agua algo más fría y rica en nutrientes las alimenta. Con su rápido crecimiento, emergen como héroes en la lucha contra el calentamiento global, pues tienen la capacidad de secuestrar grandes cantidades de CO2.
El proyecto de Climate Foundation, el año pasado recibió el premio Milestone del Xprize de 1 millón de dólares, auspiciado por la fundación de Elon Musk. Ahora compite por ser el proyecto que más eficazmente pueda extraer dióxido de carbono de la atmósfera: el gran premio es de 100 millones de dólares, lo que Musk llama “el premio de incentivo más grande de la historia”.
"Todos los principales estados oceánicos tienen una zona económica exclusiva que se extiende al menos 200 millas náuticas desde la costa", dice Brian von Herzen fundador y creador de la compañía. “En su mayor parte es mar vacío y accesible a la permacultura marina”. Pero hay un problema: muchas de estas algas no podrán sobrevivir en un mar cada vez más caliente.
Alterar el ecosistema
Desde 2011, la producción de algas en Filipinas ha caído un 20 %. Las altas temperaturas impiden que el agua profunda, más fría y rica en nutrientes, se mezcle con el agua superficial, afectando el crecimiento de las algas.
Existen dos enfoques para resolver este problema: llevar las algas a aguas más profundas o llevar el agua profunda hacia las algas. El segundo método, llamado "surgencia artificial", genera controversia al facilitar la eliminación de CO2 almacenado en las profundidades. A pesar de esto, Von Herzen, tras probar ambos métodos, asegura que por el momento, solo utilizan el primero, llamado "ciclo profundo".
La Fundación Clima planea colaborar con agricultores de algas afectados por el aumento de la temperatura del mar. Propone que los agricultores alquilen plataformas para cosechar algas, las cuales la empresa compraría para producir biofertilizantes y carragenina.
Intereses
Como los bosques terrestres, las algas solo retienen CO2 si no se cosechan ni procesan. Para capturar la mayor cantidad de CO2 posible, la Fundación debería permitir que estas algas se hundan en el lecho marino, donde serían descompuestas, consumidas o enterradas en sedimentos. Pero si todas las algas se quedan en el fondo del océano, nadie ganaría dinero con este proyecto.
Por lo tanto, sólo las algas que se caen de forma natural, al igual que las hojas de los árboles, almacenarán CO2 a largo plazo. Von Herzen estima que representa entre el 20 y el 40 % de la cosecha. Ante este cuestionamiento, el director destaca la importancia de priorizar la alimentación en tiempos de cambio climático. Quizás no es casualidad que el equipo del proyecto vista camisetas con la leyenda "Seguridad alimentaria, ecosistemas, eliminación de carbono", exactamente en ese orden.