Se prepara Pandora, la nueva misión de la NASA para estudiar la atmósfera de los exoplanetas
El pequeño satélite será clave para interpretar los datos del telescopio James Webb y avanzar en la búsqueda de mundos habitables.
La NASA avanza hacia un nuevo hito en la exploración espacial: la misión Pandora, un pequeño satélite diseñado para analizar las atmósferas de al menos 20 exoplanetas que orbitan estrellas distantes.
Este hito confirma que Pandora marcha firme rumbo a su lanzamiento, previsto para la segunda mitad del año, según declaró Elisa Quintana, investigadora principal del proyecto en el Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA.
Pandora, con su potente telescopio de apenas 45 centímetros, analizará las atmósferas de los exoplanetas a través de una técnica llamada espectroscopía de tránsito.
Cuando un planeta pasa frente a su estrella, desde nuestra perspectiva, parte de la luz de la estrella atraviesa la atmósfera del planeta antes de llegar a nosotros. Durante este tránsito, los gases presentes en la atmósfera del exoplaneta absorben ciertas longitudes de onda de luz, y dejan una "huella química" que Pandora puede detectar. Esto permite identificar la composición de la atmósfera, como la presencia de nubes, neblinas o incluso agua.
El telescopio de Pandora tiene la capacidad de observar simultáneamente tanto el espectro infrarrojo cercano del planeta como el brillo visible de la estrella. Esto es crucial porque las estrellas no son homogéneas; tienen regiones más brillantes o más oscuras que podrían distorsionar las mediciones.
Al separar las señales de la estrella y del planeta, Pandora obtendrá datos mucho más precisos sobre las atmósferas de los exoplanetas, y aportará información clave en la búsqueda de mundos habitables.
Un satélite pequeño, pero ambicioso
Financiado por el programa Astrophysics Pioneers de la NASA, Pandora es un ejemplo de cómo las misiones pequeñas pueden aportar a objetivos científicos de gran impacto. Su diseño le permite realizar observaciones prolongadas y detalladas de cada exoplaneta, algo que misiones como James Webb, con una alta demanda de tiempo, no pueden hacer regularmente.
“El detector de infrarrojo cercano de Pandora es en realidad un repuesto desarrollado para el telescopio Webb, que en este momento es el observatorio más sensible a las atmósferas de exoplanetas”, dijo Ben Hord, de Goddard, becario del Programa Postdoctoral de la NASA. “A su vez, nuestras observaciones mejorarán la capacidad del Webb para separar las señales de la estrella de las de la atmósfera del planeta, lo que le permitirá realizar mediciones atmosféricas más precisas”.
Durante su misión principal, que durará un año, Pandora observará cada uno de los 20 exoplanetas seleccionados al menos 10 veces, con sesiones de observación de 24 horas que incluirán el registro de tránsitos completos.
Desde el descubrimiento del primer exoplaneta en 1992, los científicos han identificado más de 5000 mundos fuera de nuestro sistema solar. Algunos de estos planetas orbitan en la "zona habitable" de sus estrellas, donde las temperaturas podrían permitir la existencia de agua líquida.
Pandora contribuirá a esta búsqueda al brindar datos más precisos sobre las atmósferas, un paso esencial para determinar si alguno de estos mundos podría albergar vida. Será un complemento al trabajo del telescopio James Webb, que ya ha revolucionado la observación de exoplanetas al identificar elementos como dióxido de carbono y agua en sus atmósferas.