Semana Santa: astronomía y meteorología vinculadas con la Pascua
¿Por qué en Semana Santa siempre tenemos Luna llena? ¿Un eclipse puede ayudar a precisar la fecha y hora exacta de la muerte de Jesús? ¿Las "tinieblas" del Viernes Santo fueron una tempestad de polvo? La ciencia intenta explicar algunos eventos destacados de la Biblia entorno a la crucifixión de Jesucristo y la Pascua de resurrección.
La Luna llena siempre está presente en Semana Santa, además Pascua no cae un domingo fijo de nuestro calendario gregoriano, estas son dos características que seguramente ya habrás notado de esta importante festividad religiosa y te vamos a contar por qué es así.
Además, la Luna es fiel testigo de nuestra historia y aparece como parte de la descripción en los escritos bíblicos, por eso en muchas oportunidades entre científicos e historiadores colaboran para precisar fechas, como por ejemplo la de la crucifixión y muerte de Jesucristo.
Semana Santa siempre con Luna llena
Este año 2022 la celebración de Pascua de Resurrección es el domingo 17 de abril, mientras que la Luna entra en fase llena el 16 de abril (Sábado Santo, Vigilia Pascual), además el equinoccio de marzo comenzó el domingo 20 de dicho mes. Estos datos y fechas te servirán para comprender mejor en los próximos párrafos cómo se deduce el día de Pascua ligado a las estaciones y la fase de la Luna.
Ya había pasado tiempo desde la muerte y resurrección de Jesucristo, pero aún había mucha confusión sobre cuándo celebrar exactamente el día de Pascua Cristiana. En el año 314, en el Concilio de Arlés, se obligó a todos los cristianos a celebrar la Pascua en una fecha que fue fijada por el Papa para todas las iglesias, pero algunos se desentendieron de la norma, distintos grupos hacían su propio cálculo para obtener la fecha pero seguían desfasados.
En el año 325 el emperador romano Constantino I convocó al Primer Concilio de Nicea, un sínodo de obispos en la ciudad de Nicea, del Imperio Romano. Entre varios temas allí también se probó el cálculo de una fecha uniforme para la celebración de la Pascua, y fue establecido según el calendario juliano. La celebración debía ser un día domingo y sólo una vez al año, además no tenía que coincidir con la Pascua Judía.
Se resolvió que, el primer domingo posterior a la primera Luna llena después del equinoccio de marzo, se celebra el Domingo de Pascua de Resurrección cada año, comprende entonces siempre el período entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
A pesar de esto todavía existían diferencias entre la Iglesia de Roma y la Iglesia de Alejandría, simplemente porque sus calendarios y maneras de calcular el equinoccio no eran iguales. Dionisio el Exiguo, un monje erudito y matemático del siglo VI, entra en escena en el año 525, desde Roma convenció sobre las bondades del cálculo alejandrino, unificando finalmente el cálculo de la Pascua Cristiana.
Científicamente deducen la fecha de la crucifixión de Jesús
Es muy difícil poder precisar la fecha exacta de este evento porque en aquella época existieron cambios arbitrarios en el calendario. El pueblo judío había adoptado un calendario lunar, su año contenía doce meses lunares pero como de esta manera se "perdían" once días por año solar, era necesario corregirlo introduciendo un mes intercalar. Por eso algunos años tienen trece meses, y al comienzo lamentablemente no existía una regla para la proclamación de ese mes extra.
Poncio Pilatos fue procurador de Judea entre los años 26 y 36 de la era cristiana, y se sabe que la crucifixión tuvo lugar durante su gobierno. Se buscan entonces una respuesta analizando los escritos del Nuevo Testamento de la Biblia (los evangelios), para deducir cuándo Jesús fue crucificado, si fue en la víspera o el mismo día de la Pascua judía, el viernes 14 o 15 del mes de Nisán (primer mes del año), analizando dentro de esa década.
Un eclipse de luna podría ser la clave
El siguiente paso para descubrir cuál fue la fecha exacta de la crucifixión consistió en filtrar aquellos días que correspondan a 14 o 15 Nisán que hayan caído viernes, entre los años 26 y 36 de la era cristiana. Resultaron: el 11 de abril del año 27, el 7 de abril del año 30, el 3 de abril del año 33 y el 23 de abril del año 34.
Se descartaron los años 27 y 34, por diferentes argumentos válidos que no vienen al caso especificando pero que fueron históricamente justificados. Quedan como opciones entonces los años 30 y 33.
Dos historiadores de la Universidad de Oxford, Humphreys y Waddington, según una publicación en la revista Nature argumentan que el año de la crucifixión es el 33, y por lo tanto la fecha correspondía al 3 de abril.
Se basan en el libro de los Hechos de los Apóstoles (2,16-20), el Apóstol Pedro refiriéndose a la crucifixión y resurrección de Cristo dice: "...esto es lo dicho por el profeta Joel: “...El sol se tornará tinieblas, y la luna sangre, antes de que llegue el día del Señor, grande y manifiesto.” En ese momento se cree que cayó una lluvia de polvo.
El día de la crucifixión se oscureció el sol por tres horas (que fue lo que descubrió la agonía de Jesús), esto lo mencionan varios evangelios (Mt. 27,45, Mc. 15,33, Lc. 23,45). El responsable de esa oscuridad no pudo ser un eclipse solar porque solo tiene lugar durante la luna nueva, como hemos dicho anteriormente la Pascua se celebra siempre en Luna llena.
Entonces Humphreys y Waddington proponen que se está hablando de una noche de eclipse de Luna, en estos eventos astronómicos nuestro satélite natural se tiñe de color "rojo sangre". Al parecer el 3 de abril del 33 ocurrió un eclipse parcial de Luna, y según calcularon ellos pudo ser justo en el momento en que la luna se alzó sobre el horizonte, por eso lo vieron con mayor espectacularidad.
¿Tempestad de polvo?
Aunque la fecha de la crucifixión sí pudo ser el 3 de abril del 33 según los argumentos anteriores, otros historiadores y científicos se cuestionan ¿por qué en lugar de un eclipse de Luna no pudo ser una tempestad de polvo la que redujo la visibilidad convirtiendo el día en la noche, por ejemplo el 7 de abril del 30?
Y es que este fenómeno es típico de la zona y está provocado por el fuerte viento “Sharav” que levanta las partículas de polvo y arena dejándolas en suspensión en el aire. Si esto ocurrió en la tarde, aún la atmósfera podría estar atestada de arena a las 6 pm cuando apareció la Luna llena por el horizonte, causando un típico efecto óptico que hace que la Luna se vea enrojecida.