Sombrías perspectivas para el glaciar del "día del juicio final" de la Antártida

Los científicos revelan los resultados de una ambiciosa colaboración internacional para estudiar el glaciar más preocupante de la Antártida.

Hielo marino antártico desde un buque de investigación (c)RobLarter
Hielo marino antártico desde un buque de investigación (c)RobLarter

Los científicos han advertido que es probable que el derretimiento de uno de los glaciares más grandes y de más rápido cambio del mundo, conocido como el glaciar del “Juicio Final"”, se acelere en los próximos 100 años.

El glaciar Thwaites ocupa una superficie equivalente a la isla de Gran Bretaña o al estado de Florida (Estados Unidos). Tiene más de 2000 m de espesor en algunos lugares y unos 120 km de ancho, lo que lo convierte en el glaciar más ancho del planeta.

Sin embargo, el volumen de hielo que fluye hacia el mar desde Thwaites y sus glaciares vecinos se ha más que duplicado entre la década de 1990 y la de 2010.

La región más amplia, llamada bahía del mar de Amundsen, representa el 8 % de la tasa actual de aumento del nivel del mar global de 4,6 mm al año.

Si el glaciar colapsara por completo, el nivel del mar aumentaría 65 cm, con consecuencias devastadoras para cientos de millones de personas en las costas desde Bangladesh hasta las islas bajas del Pacífico, desde Nueva York hasta Londres.

El retroceso del glaciar Thwaites se acelerará en algún momento del próximo siglo. Sin embargo, también existe la preocupación de que otros procesos puedan acelerar el retroceso.

Nuevas perspectivas

Antes del inicio del proyecto, se sabía poco sobre los mecanismos que controlan el retroceso del glaciar.

La misión de los científicos era comprender mejor estos fenómenos, tanto en el clima actual como en los últimos miles de años, para construir una predicción más confiable de cómo cambiará el glaciar en el futuro.

Utilizaron tecnología avanzada, como robots submarinos, novedosas técnicas de investigación y nuevos enfoques para modelar el flujo de hielo y las fracturas, para obtener nuevos conocimientos sobre estos procesos y mejorar el rendimiento de los modelos informáticos predictivos.

Los acantilados de hielo del glaciar Thwaites (c)Rob Larter, BAS
Los acantilados de hielo del glaciar Thwaites (c)Rob Larter, BAS

El glaciar lleva más de 80 años retrocediendo. Si bien el derretimiento se ha acelerado considerablemente en los últimos 30 años, los hallazgos del estudio indican que se prevé que retroceda aún más y más rápido, según el Dr. Rob Larter, geofísico marino del British Antarctic Survey, que trabajó en el proyecto.

“El retroceso del glaciar Thwaites se acelerará en algún momento del próximo siglo. Sin embargo, también existe la preocupación de que otros procesos revelados por estudios recientes, que aún no se han estudiado lo suficiente como para incorporarlos en modelos a gran escala, podrían acelerar el retroceso”, afirmó.

El peor escenario posible

En el peor de los casos, se formarían acantilados de hielo de 100 metros de altura o más en la parte delantera del glaciar Thwaites que se derrumbarían rápidamente y que, a su vez, provocarían un retroceso descontrolado del glaciar.

El proyecto también detectó procesos hasta ahora desconocidos en los que el agua más caliente se filtra por debajo del glaciar a medida que sube la marea. Cuando la marea baja, el agua se bombea a alta presión hasta 10 km por debajo del hielo, lo que puede acelerar el derretimiento.

El glaciar también es clave para la estabilidad de la capa de hielo de la Antártida occidental, gran parte de la cual se encuentra sobre un lecho debajo del nivel del mar y elevaría el nivel del mar en 3,3 m si se derritiera por completo.