Sugieren una novedosa técnica con cientos de pequeños telescopios para poder hallar el enigmático planeta 9

Las búsquedas directas no han encontrado evidencia concluyente aún del Planeta Nueve, aunque se han identificado indicios indirectos que podrían apuntar a su existencia. Proponen la conformación de una red de telescopios relativamente económica para localizarlo.

Planeta X nueve
Impresión artística del Planeta Nueve como un gigante de hielo que eclipsa la Vía Láctea central, con un sol parecido a una estrella en la distancia. La órbita de Neptuno se muestra como una pequeña elipse alrededor del Sol. La vista y el aspecto del cielo se basan en las conjeturas de su co-autor, Mike Brown. Crédito: arXiv (2024). DOI: 10.48550/arxiv.2410.16348

Desde que William Herschel descubrió Urano en 1781, los astrónomos han buscado incansablemente nuevos planetas en los confines del sistema solar. Sin embargo, tras el descubrimiento de Neptuno en 1846, no se han identificado nuevos planetas de gran tamaño.

Aunque se han hallado cuerpos como Plutón y otros planetas enanos más allá de su órbita, no se ha detectado ningún objeto comparable en tamaño a la Tierra o mayor. Si existe un "Planeta Nueve" o "Planeta X", este aún permanece oculto.

Las evidencias indirectas de un planeta masivo

Se han identificado indicios indirectos que podrían apuntar a la existencia del Planeta Nueve. Entre estos se encuentran las peculiaridades orbitales observadas en objetos transneptunianos (TNOs, por sus siglas en inglés) y cuerpos del cinturón de Kuiper (KBOs). Estas poblaciones muestran una extraña agrupación orbital que no parece ser aleatoria, como se esperaría.

Una posible explicación es que las perturbaciones gravitacionales de un planeta masivo, aproximadamente cinco veces la masa de la Tierra y orbitando a unas 10 veces la distancia de Neptuno al Sol, podrían causar este efecto.

A pesar de múltiples esfuerzos, las búsquedas directas no han encontrado evidencia concluyente del Planeta Nueve. Esto ha llevado a algunas hipótesis alternativas, como que podría tratarse de un agujero negro primordial, mientras que otras voces más escépticas argumentan que el fenómeno podría explicarse por otros mecanismos. Sin embargo, un reciente estudio publicado en arXiv propone un enfoque novedoso y prometedor para buscar evidencia de este hipotético planeta.

Telescopios pequeños y eventos de ocultación

El método propuesto se basa en el fenómeno de la ocultación, que ocurre cuando un cuerpo celeste pasa frente a una estrella, bloqueando brevemente su luz. Este evento permite a los astrónomos medir características como la órbita y la forma del objeto que oculta la estrella.

A través de ocultaciones, por ejemplo, se descubrió que el asteroide Chariklo tiene un sistema de anillos. Incluso astrónomos amateurs han utilizado este método para cartografiar asteroides pequeños.

Planeta X nueve sistema solar
Los datos recopilados enriquecerían significativamente nuestro conocimiento sobre el sistema solar exterior.

El estudio propone la construcción de una red de 200 telescopios de 40 cm de apertura, distribuidos en un área de 1000 kilómetros de ancho con una separación de 5 kilómetros entre ellos. Esta configuración permitiría observar eventos de ocultación desde múltiples puntos de vista, proporcionando datos precisos sobre las órbitas y tamaños de los objetos transneptunianos.

Resultados esperados

Según las simulaciones realizadas, esta red podría detectar aproximadamente 1800 nuevos TNOs en un período de 10 años. Además, si el Planeta Nueve existe, este sistema sería capaz de identificarlo si tiene una masa de al menos cinco veces la de la Tierra y se encuentra dentro de las 800 unidades astronómicas (AU) del Sol.

El costo estimado del proyecto es de 15 millones de dólares, lo cual es sorprendentemente económico en comparación con otros proyectos astronómicos de gran escala.

Incluso si no se logra encontrar evidencia del Planeta Nueve, los datos recopilados enriquecerían significativamente nuestro conocimiento sobre el sistema solar exterior y los efectos de la radiación solar en las órbitas de pequeños cuerpos celestes.


Referencia de la noticia:

Daniel C. H. Gomes et al, An automated occultation network for gravitational mapping of the trans-neptunian solar system, arXiv (2024). DOI: 10.48550/arxiv.2410.16348