Telas que se tiñen solas: el futuro de la indumentaria incluye organismos vivos
La moda sostenible recibe un nuevo impulso con el desarrollo de un textil que produce su propia melanina para autoteñirse, y ofrece una alternativa a los materiales convencionales.
Un grupo de científicos de Imperial College London (ICL) desarrolló un textil a partir de celulosa bacteriana, capaz de producir su propia melanina y autoteñirse de negro. Este avance es inédito, y, aunque sólo se ha probado en una billetera y un zapato, el potencial del invento es enorme.
La industria textil tiene varios desafíos que enfrentar. Entre ellos, la difícil degradación de las telas, que tardan cientos de años en hacerlo. Prueba de este problema son los gigantescos “cementerios” de ropa que existen en el mundo, y que son verdaderos dramas ambientales, como sucede en el desierto de Atacama, en Chile.
Por lo tanto, la búsqueda de materiales sostenibles para reemplazar a los convencionales se ha vuelto una prioridad. En los últimos años, científicos y diseñadores lograron producir telas a partir de celulosa bacteriana, como alternativa al cuero y a la piel sintética.
Este tipo de textil tiene las mismas propiedades que el cuero real, pero su tono natural es beige, por lo que para otorgarle color generalmente se incorporan tinturas tradicionales, que utilizan mucha agua y liberan productos químicos que dañan el medio ambiente.
En la innovación que se presentó esta semana en la revista Nature Biotechnology, los investigadores consiguieron que las bacterias tiñan de negro el material. Y lo hagan solas. ¿Cómo lo hicieron?
Pintalo de negro: genética para la innovación textil
Tom Ellis, biólogo del ICL y líder de la investigación, se propuso lograr que las bacterias produjeran celulosa oscura naturalmente. Para hacerlo, introdujo una ligera modificación genética a una bacteria que produce celulosa, la Komagataeibacter rhaeticus. Le agregó un gen especial de otra bacteria que sí produce el pigmento negro deseado, la melanina.
Al principio del experimento los textiles continuaron siendo beige. Pero luego los investigadores notaron que los recipientes que contenían las bacterias se estaban acidificando, y que eso dificultaba la producción de melanina.
Para resolverlo, pusieron la celulosa en un recipiente vibratorio con el mismo pH que el agua. Enseguida se produjo el color negro que buscaban. "El color era realmente llamativo", dijo Ellis. Luego cultivaron láminas de celulosa hasta conseguir las formas y tamaños necesarios para construir la billetera y la cubierta de un zapato.
Según explicaron, los textiles teñidos con melanina parecen ser tan duraderos como sus homólogos de celulosa sin teñir. "Es bastante difícil lograr algo que sea brillante en el mundo real, que no se rompa en 10 años, y que luego se pueda tirar al abono y desaparecería en medio año", dijo Ellis.
Esta técnica, a gran escala, podría ayudar al mundo de la moda a crear materiales sostenibles, agilizar los procesos de pigmentación y también producir textiles de celulosa en muchos colores. "Hay una gran sed de esto en las empresas de moda, de tener telas fabricadas con microbios y de utilizar la biotecnología para lograrlo", sostuvo el biólogo.
"Este es un ejemplo de cómo la biología puede proporcionar productos que no sólo tienen propiedades notables, sino que también pueden fabricarse con una huella muy baja y ser sostenibles", dice Sara Molinari, bióloga de la Universidad de Maryland.