Un anillo de tierras rurales ayudará a las ciudades a reducir el efecto isla de calor urbano, según un nuevo estudio
Una nueva investigación señala que la cobertura del suelo rural que rodea una ciudad tiene el potencial de reducir el efecto “isla de calor urbano” y enfriar el centro de la ciudad.
En un momento donde las olas de calor son más frecuentes e intensas debido al calentamiento global antropogénico (CGA), el efecto isla de calor urbano (ICU) hace que las ciudades sufran de manera más notoria el impacto de las crecientes temperaturas al atrapar el calor en las zonas urbanas y mantenerlas más cálidas que su entorno rural.
Investigadores de la Universidades de Nanjing y de Yunnan en China, Cape Town en Sudáfrica y Wisconsin-Madison en los Estados Unidos, luego de analizar 20 años de datos satelitales de 30 ciudades de China, hallaron que un anillo de tierra rural alrededor de una ciudad puede bajar la temperatura urbana. Un anillo amortiguador de al menos la mitad del ancho de la ciudad puede tener el mayor efecto de enfriamiento.
Para optimizar la cobertura del suelo y reducir la intensidad del efecto ICU, los autores recomiendan “unir parches de tierra rural, plantar más bosques alrededor de una ciudad y tener algunos grandes lagos en ella”.
Isla de calor urbano (ICU)
Las temperaturas en las ciudades son más altas que la áreas suburbanas circundantes debido a que la infraestructura urbana tiene la capacidad de atrapar el calor durante el día. Edificios densamente poblados, superficies que absorben el calor, como el hormigón y el asfalto, sumados a la actividad humana (industrias, movilidad, sistemas de aire acondicionado), contribuyen al efecto isla de calor urbano (ICU).
La diferencia de temperaturas entre las áreas altamente urbanizadas y las áreas suburbanas o rurales en ciudades como Buenos Aires, suele ser de un promedio de 5 °C más que en las zonas rurales circundantes durante la noche y 3 °C más durante el día. Esto es importante ya que, en este contexto de CGA, las ICU exacerban el efecto de las olas de calor, que son cada vez más intensas, extensas y frecuentes debido al cambio climático.
En comparación, los paisajes naturales, como árboles o cuerpos de agua, pueden reducir las temperaturas circundantes a través de la sombra y la evaporación del agua. Esta investigación muestra que si bien, agregar más espacios verdes dentro de una ciudad puede ayudar a enfriarla, los efectos son generalmente limitados sin una cobertura significativa y bien distribuida.
Este estudio presenta la primera cuantificación integral de cómo la cobertura del suelo rural mitiga el ICU y abre nuevas vías para abordar la incidencia de las altas temperaturas en las ciudades. Se halló que temperaturas más altas en las ciudades suelen formar un “domo de calor urbano” de aproximadamente el doble del tamaño del límite de la ciudad.
Pequeños cambios, grandes diferencias
Los autores analizaron cómo, la cobertura del suelo a diferentes distancias del límite urbano, afecta la intensidad del ICU. Hallaron que los mejores efectos de enfriamiento provienen del anillo rural “dentro de un radio de 10 a 15 km desde el límite urbano”, rango que del "domo de calor urbano" mencionado antes, lo que significa que el flujo de aire y el intercambio de calor son más efectivos a estas distancias.
Las tierras rurales dentro de este rango pueden contribuir hasta una reducción del 30 % de la intensidad del ICU, y hacen que se perciba un enfriamiento más significativo en el centro de la ciudad.
Los investigadores afirman que el sobrecalentamiento urbano se reduce más efectivamente uniendo parches de tierra rural, plantando más árboles repartidos por la ciudad y teniendo algunos lagos más grandes en lugar de muchas lagunas o pequeños cuerpos de agua desperdigadas por el territorio.
SI bien el estudio se ha centrado en ciudades de China que superan los 200 kilómetros cuadrados, desarrolladas alrededor de un único centro y ubicadas en una zona climática monzónica subtropical, la mayoría de las estrategias de mitigación identificadas son transferibles a otras zonas climáticas y diferentes ciudades.
En el contexto de esta crisis climática, si queremos que nuestras ciudades sigan siendo habitables, es necesario un enfoque conjunto entre la planificación urbana y la rural.
Referencia de la noticia:
Yang, M., Ren, C., Wang, H. et al. Mitigating urban heat island through neighboring rural land cover. Nat Cities 1, 522–532 (2024). https://doi.org/10.1038/s44284-024-00091-z