Un meteorito encontrado hace dos décadas ayuda a entender el proceso que dio lugar a los grandes cráteres lunares

Un meteorito hallado en Argelia ayuda a entender el proceso detrás de la formación de grandes cráteres lunares y brinda datos sobre la formación del sistema solar tal como lo conocemos hoy.

Luna Polo sur
El área Aitken del Polo Sur lunar aparece en colores más azules en esta imagen en falso color del Lunar Reconnaissance Orbiter. Allí se muestra la elevación de la superficie lunar. Crédito: NASA/GSFC/ASU

Si hay algo que hay en demasía en los cuerpos rocosos del sistema solar, son los cráteres. Pero una de las cicatrices más grandes no la lleva un planeta, sino una luna. Los investigadores han datado esa cavidad, que es la cuenca Aitken del Polo Sur en la Luna de la Tierra, y han descubierto una edad incompatible con la de otras cuencas de impacto lunares.

Hay cosas volando alrededor del sistema solar independientemente de lo que estén haciendo los planetas exteriores. Pero todavía queda un largo camino para terminar de comprender el proceso detrás de la formación de los grandes cráteres lunares y el desarrollo del sistema solar.

El hallazgo sugiere que la Luna podría haber tenido una ventana de bombardeo de impacto más amplia en los inicios de su historia de lo que los científicos creían y pone en tela de juicio las teorías sobre la evolución del sistema solar. Estos resultados se publicaron en Nature Astronomy a mediados de octubre de este año. La cuenca del Polo Sur-Aitken es digna de admirar: una depresión de 2.500 kilómetros de ancho, aproximadamente un cuarto de la circunferencia de la Luna. “Es enorme”, dijo Katherine Joy a Eos, científica planetaria de la Universidad de Manchester en el Reino Unido.

Katherine Joy es la firmante principal del trabaja científico que ha sido publicado en Nature Astronomy. Los científicos creen que la cuenca, en el lado oculto de la Luna, se formó en los inicios de la historia de la Luna. En ese momento un objeto impactante de aproximadamente 200 kilómetros de ancho chocó contra la superficie. A modo de comparación, el objeto impactante que formó el cráter Chicxulub en Yucatán y que terminó con los grandes reptiles en la Tierra tenía solo unos 12 kilómetros de diámetro.

La edad de los cráteres

Según señala Eos, los investigadores llevan mucho tiempo intentando determinar la edad de la cuenca del Polo Sur-Aitken de la Luna. Los impactos son el proceso principal que dio lugar a la formación y evolución del sistema solar primitivo, por lo que determinar cuándo se produjeron los acontecimientos más importantes es relevante, dijo Daniel Moriarty, un científico planetario del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA y de la Universidad de Maryland, que no participó en la investigación. “El Polo Sur-Aitken es un momento increíblemente importante que hay que precisar”, precisó.

Con ese fin, Joy y sus colaboradores analizaron recientemente un fragmento de NWA 2995, un meteorito lunar. Así como los meteoritos marcianos permiten a los científicos estudiar fragmentos de Marte en el laboratorio, los meteoritos lunares ofrecen una mirada de cerca a la Luna y complementan las muestras de rocas traídas por los astronautas del Apolo. NWA 2995 se encontró hace aproximadamente dos décadas en Argelia y se cree, en función de su composición química, que contiene minerales que cristalizaron durante el impacto que formó la cuenca del Polo Sur-Aitken.

Meteorito NWA 2995
Corte de meteorito NWA 2995 encontrado hace dos décadas en Argelia y su composición mineral. Imagen CC.

El análisis de los minerales que lo componen juegan como un reloj que entrega información de su historia. Los investigadores dataron 19 granos de circón y fosfato en el meteorito analizando su contenido de uranio y plomo. El uranio, que es un elemento radiactivo, se desintegra de forma constante en plomo. Por lo tanto, la proporción de estos elementos presentes en un grano mineral actúa como un reloj que cuenta el tiempo desde que se formó el mineral.

Casi 20 veces el tamaño del meteorito que exterminó a los dinosaurios

Por el análisis de los minerales que componen el fragmento de NWA 2995, los investigadores encontraron edades que se agrupaban estrechamente en torno a 4.330-4.320 millones de años atrás en el tiempo. Eso es evidencia de que estos minerales se formaron en un solo evento, y el sospechoso más probable es el impacto que formó la cuenca del Polo Sur-Aitken. "Creemos que se formaron durante el evento de impacto en sí", añadió Joy.

Aitken
Ubicación del cráter principal de la cuenca Aitken y el polo sur lunar. Imagen: NASA

Si esta especulación resulta cierta cierto, que por cierto tiene una gran chance, la cuenca del Polo Sur-Aitken se formó al menos 100 millones de años antes que otras grandes cuencas de impacto lunares como Imbrium y Serenitatis, que se cree que no tienen más de 4.200 millones de años. Una de las principales teorías para explicar el bombardeo que generó grandes cráteres de impacto en la Luna y otros cuerpos rocosos predice una ventana de caos más reciente que se extendió desde hace solo unos 4.200 millones a 3.800 millones de años.

Esa teoría es que algunos de los planetas gigantes gaseosos se formaron inicialmente más cerca del Sol, pero migraron hacia afuera con el tiempo. Esa migración planetaria a gran escala habría dispersado gravitacionalmente asteroides y cometas, algunos de los cuales habrían sido arrojados al sistema solar interior e impactado objetos como la Luna. Pero hay quienes creen que no hace falta esa teoría. Tal vez la cuenca del Polo Sur-Aitken se creó por un objeto impactante que no tiene ninguna relación con la migración planetaria.

Referencia de la noticia:

Evidence of a 4.33 billion year age for the Moon’s South Pole–Aitken basin. Nat Astron (2024).Joy, K.H., Wang, N., Snape, J.F. et.al.