Un nuevo estudio apunta a que un cambio climático inducido por los volcanes contribuyó a la extinción de los dinosaurios
La extinción masiva que aniquiló a los dinosaurios ha sido objeto de una nueva investigación que desafía de manera contundente la idea tradicionalmente aceptada de que un meteorito fue el principal culpable.
Durante décadas, la comunidad científica aceptó la teoría de que la extinción de los dinosaurios hace 66 millones de años fue causada por el impacto de un meteorito de 10 kilómetros de ancho en el Golfo de México. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que las erupciones volcánicas masivas anteriores al meteorito podrían haber desempeñado un papel importante, desafiando la creencia convencional.
El estudio, dirigido por el profesor Don Baker de la Universidad McGill, utilizó una nueva técnica para medir las concentraciones de azufre en muestras de rocas antiguas. Los investigadores examinaron rocas de las trampas del Deccan en la India occidental, una de las formaciones volcánicas más grandes del mundo.
Descubrieron que antes del famoso impacto del asteroide hace 66 millones de años, la atmósfera terrestre estaba sumida en cambios tóxicos. Los investigadores creen que las erupciones volcánicas podrían haber causado una serie de eventos climáticos extremos, como inviernos extremos, sequías y olas de calor. Estos eventos habrían hecho que el planeta fuera un lugar inhóspito para muchos animales, incluidos los dinosaurios.
Los hallazgos sugieren que las trampas del Deccan emitieron grandes cantidades de azufre a la atmósfera durante un período de 100.000 años antes del impacto del meteorito. Este azufre habría formado aerosoles que bloquearon la luz solar, enfriando el planeta y provocando la extinción de muchas especies, incluidos los dinosaurios.
Las evidencias
Los científicos estimaron cuánto azufre y flúor fueron inyectados en la atmósfera por erupciones volcánicas masivas y descubrieron que la liberación de estos gases podrían haber provocado un descenso global de la temperatura en todo el mundo.
“Esta inestabilidad habría dificultado la vida de todas las plantas y animales y habría preparado el escenario para la extinción de los dinosaurios. Por lo tanto, nuestro trabajo ayuda a explicar este importante evento de extinción que condujo al surgimiento de los mamíferos y la evolución de nuestra especie”, explican los autores. "Nuestra investigación demuestra que las condiciones climáticas eran casi con certeza inestables, con repetidos inviernos volcánicos que podrían haber durado décadas, antes de la extinción de los dinosaurios", dice Don Baker.
Aunque el basalto de la región generalmente contiene poca cantidad de azufre, la liberación lenta de este componente desde el magma endurecido tras las erupciones sugiere una posible causa del descenso global de la temperatura. Sólo de esta zona volcánica surgió una enorme cantidad de un millón de kilómetros cúbicos de rocas fundidas.
Los restos fósiles y las evidencias de cáscaras de huevo permiten inferir que hubo una disminución prolongada de las especies de dinosaurios no aviares durante este período crítico. Sin embargo, debates alimentados por estudios contradictorios han mantenido viva la controversia entre las teorías de asteroides y volcanes. Algunos argumentan que el asteroide pudo haber desencadenado una mayor actividad volcánica en las trampas del Deccan.
Referencia de la noticia:
Sara Callegaro, et al. Recurring volcanic winters during the latest Cretaceous: Sulfur and fluorine budgets of Deccan Traps lavas