Un rayo volcánico pudo haber sido la chispa que encendió la vida en la Tierra
Hallan pruebas que sugieren que los rayos volcánicos pueden haber fijado enormes cantidades de nitrógeno atmosférico, lo que permitió el inicio de la vida en la Tierra.
Un equipo internacional de geólogos, científicos de la Tierra y mineralogistas ha hallado pruebas que sugieren que los rayos volcánicos pueden haber fijado enormes cantidades de nitrógeno atmosférico, lo que permitió el inicio de la vida en la Tierra.
En su estudio, publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, el grupo recogió y analizó antiguos depósitos volcánicos para saber más sobre cómo las antiguas erupciones pudieron producir nitratos que podrían haberse utilizado para crear aminoácidos.
¿Cómo se originó la vida?
La mayor parte del nitrógeno (N) accesible para la vida está atrapado en el dinitrógeno (N2), la molécula atmosférica más estable. Para ser metabolizado por los organismos vivos, el N2 debe convertirse en formas biológicamente asimilables, el llamado N fijo.
Hoy en día, casi toda la fijación del N se logra mediante procesos biológicos y antropogénicos. Sin embargo, en los primeros ambientes prebióticos de la Tierra, la fijación de N debió haber ocurrido mediante procesos abióticos naturales.
A pesar de la frecuente aparición de relámpagos volcánicos durante las erupciones explosivas y de los convincentes experimentos de laboratorio, no se ha encontrado evidencia de una fijación sustancial de N en ningún archivo geológico.
Esto plantea la cuestión de cómo se originaron las bacterias y, posteriormente, otras formas de vida. En este nuevo estudio, los investigadores hallaron pruebas de que el nitrógeno de la atmósfera podría haber sido fijado por rayos volcánicos en interacción con la ceniza.
Investigaciones anteriores han demostrado que los rayos, ya sean debidos a tormentas eléctricas o a erupciones volcánicas, pueden provocar la formación de nitratos en las condiciones adecuadas. La iluminación procedente de tormentas eléctricas se ha descartado como candidata para la producción de los nitratos que condujeron al comienzo de la vida debido a las cantidades limitadas que se producen.
Enormes cantidades de nitratos
Para averiguar si ocurría lo mismo con los rayos producidos durante las erupciones volcánicas, el equipo de investigación se aventuró a visitar lugares de Turquía, Italia y Perú, conocidos por albergar antiguos depósitos volcánicos.
Las muestras de estos lugares contenían grandes cantidades de nitratos. Las pruebas demostraron que eran atmosféricos y no procedían directamente del volcán, lo que dejaba a los rayos como fuente probable. Pero lo que realmente reforzó su teoría fueron las enormes cantidades de nitratos que encontraron, más que suficientes para servir de fuente para la creación de aminoácidos.
El equipo señala que investigaciones anteriores han dado lugar a teorías según las cuales la vida comenzó cerca de los volcanes, e incluso un equipo encontró pruebas que sugerían que los rayos volcánicos, al interactuar con los gases volcánicos, podían producir moléculas utilizadas por los seres vivos, como los aminoácidos.
Referencia de la noticia:
A. Aroskay et.al. Geological evidence of extensive N-fixation by volcanic lightning during very large explosive eruptions. Proceedings of the National Academy of Sciences.