Un temporal puede ser el motivo por el que EE.UU. no use el sistema métrico

La meteorología, los piratas y la mala suerte de un científico se combinaron para impedir que los Estados Unidos fuese el segundo país en el mundo en adoptar el Sistema Métrico Decimal.

Piratas y mal tiempo
Un temporal, piratas y la mala suerte de un científico forman parte de una cadena de eventos desafortunados para que EE.UU no adopte el Sistema Métrico Decimal.

Joseph Dombey (1742-1794), fue un reconocido médico y botánico francés. Fue miembro de la Expedición Botánica al Virreinato del Perú (1777-1788) por encargo del gobierno de su país. Esta expedición hispano-francesa, tenía como objetivo documentar las especies vegetales de Sudamérica, y por lo cual coleccionó una gran cantidad de ejemplares e ilustraciones.

Su labor había sido tan fructífera, que por su tamaño la tuvo que despachar en dos diferentes embarques. El primer despacho llegó sin problemas a destino dos años más tarde, pero el segundo fue interceptado por corsarios británicos quienes más tarde lo destinaron al Museo Británico, lo que dispara un conflicto diplomático entre Francia e Inglaterra.

Este hecho marca el inicio de una serie de eventos desafortunados para Dombey, que seguramente hoy sería considerado una persona "yeta", "gafe" o "cenizo".

Un científico con muy mala suerte...

De Perú, Dombey viaja a Chile, donde pudo aumentar su colección de especies botánicas para llevar a París. Durante su permanencia en Concepción, los conocimientos médicos de Dombey fueron fundamentales para detener un brote de cólera. En este viaje, Dombey enfermó de escorbuto y se quedó sordo. También sufrió de una violenta disentería, y su salud quedó resentida para siempre.

En 1784, ya de regreso en Lima, se embarca con destino al puerto español de Cádiz en “El Peruano”, el mismo buque en que inició su expedición. Pero la embarcación sufre una avería, por lo que se ven obligados a entrar a puerto en Río de Janeiro. Allí Dombey recupera parte de su salud, y se dedica a recolectar especímenes para su colección. Una vez reparado el buque, reanudan el viaje y arriban a Cádiz a principios de 1785.

Dombeya
En honor a Dombey, han nombrado Dombeya a este género de plantas con 398 especies. Es originario de Centroamérica, África tropical y Madagascar.

Al atracar en Cádiz, Dombey, muy débil y enfermo es detenido por las autoridades acusado de incumplir un trato entre el gobierno español y el francés, referido a la publicación de sus estudios. Además, la aduana de Cádiz le confisca las setenta y tres cajas que contenían sus estudios sobre la flora de Perú, Chile y Brasil. Finalmente puede regresar a Paris, donde la Academia de Francia lo recibe con honores y el Rey le otorga una recompensa económica. Pasarán varios años para que recupere su salud física y mental, seriamente deteriorada en sus viajes.

La necesidad de medir lo mismo

En 1791, la Academia de Ciencias de París adoptó el metro como unidad de medida común, para facilitar el comercio, además de eliminar toda posibilidad de corrupción.

Este fue definido como la diezmillonésima parte del cuadrante de un meridiano terrestre.
En 1791 la Academia de Ciencias de Francia decreta que un metro es igual a una diezmillonésima parte de la longitud de un cuarto del meridiano terrestre.

Un año antes, en 1790 y en su primer discurso del estado de la Unión, el presidente George Washington declaró que la necesidad de una unidad de medida estándar es “un objeto de gran importancia” para los Estados Unidos. Thomas Jefferson, Secretario de Estado del gobierno de George Washington, había mostrado interés en el nuevo sistema métrico. Además, tenía una especial simpatía por Francia, por su apoyo a Estados Unidos en la Guerra de Independencia. El gobierno francés vio una gran oportunidad para estrechar lazos con esta nueva nación ya que, si se usaban unidades de medidas comunes, el comercio se iba a ver facilitado, con el beneficio adicional de perjudicar económicamente al Reino Unido, un rival común a ambas naciones.

Es por ello que en 1793, el gobierno galo envía a un académico de renombre como Dombey, en una misión oficial para reunirse con Jefferson y persuadirlo de convencer al Congreso de adoptar el nuevo sistema, y de paso negociar la exportación de granos a Francia. Para ello, Dombey viajó con dos estándares de medición franceses: para la longitud, una varilla de cobre de un metro y para la masa, un cilindro de cobre que recién se bautizaría dos años después como kilogramo.

No hay dos sin tres

En navegación a Filadelfia, una fuerte tempestad en alta mar desvía hacia el Mar Caribe a la embarcación de Dombey, la que es abordada por corsarios al servicio de la corona británica. Al descubrir que iban en misión oficial (en aquél entonces Francia estaba en guerra con el Reino Unido), fueron tomados prisioneros y llevados a la isla de Montserrat, colonia británica desde 1632. Allí, preso y gravemente enfermo, muere Dombey a los pocos meses, y toda la carga y documentación a bordo de la embarcación se perdió.

National Institute of Standards and Technology (NIST)
Para el National Institute of Standards and Technology (NIST), es muy probable que esta pieza de un kilogramo en cobre que exhiben en el museo, sea el robado por los piratas a Dombey.

Los patrones de cobre nunca llegaron a manos de Jefferson, quien seguramente hubiese hecho posible la adopción del nuevo sistema de medidas en el Congreso. Los franceses enviaron una segunda delegación, pero Jefferson dejó su cargo en diciembre de 1793 y su sucesor, Edmund Randolf, no tuvo interés alguno en los sistemas de medida.

En la actualidad, sólo tres países en el mundo no han adoptado de forma oficial el sistema métrico: Birmania, Liberia y Estados Unidos. Y de no ser por una tormenta y un ataque pirata (o la mala suerte de Dombey), Estados Unidos pudo haber sido el segundo país en hacerlo.