Una investigación revela rasgos genéticos compartidos entre ancestros humanos arcaicos y modernos

Una mirada genética en profundidad a la evolución humana revela vínculos cruciales que nos dicen más sobre nuestra historia de desarrollo.

neandertales
¿Hasta dónde se remontan los vínculos genéticos entre los humanos modernos ancestrales y los humanos arcaicos?

En el Departamento de Biología de la Universidad de Padua (Italia), los científicos analizaron características genéticas clave entre los genomas humanos modernos y arcaicos (entre los que se incluyen los neandertales y los denisovanos) y revelaron hallazgos que sugieren que las características genéticas compartidas estaban presentes antes de la divergencia de estos linajes.

Denisovanos y neandertales

Los neandertales vivieron principalmente en Europa y Asia occidental, donde desarrollaron características físicas como complexiones fuertes y conductos nasales más amplios para hacer frente al clima gélido.

Los denisovanos fueron identificados originalmente en 2010 por el descubrimiento de un único hueso fosilizado de un dedo en la cueva Denisova de Siberia. El análisis genético reveló que los denisovanos se cruzaron con los antepasados de los humanos modernos (Homo sapiens, H. sapiens) a través de la identificación de una impronta genética única compartida por comunidades en toda Asia, Melanesia y Australia. A diferencia de los neandertales, los restos de denisovanos son relativamente raros, pero su ADN ha mostrado adaptaciones clave, como genes vinculados a la supervivencia a gran altitud en las tribus tibetanas modernas.

Ambas tribus se hibridaron con los primeros ancestros de los humanos modernos, preservando rastros genéticos en las poblaciones contemporáneas no africanas. A diferencia de los humanos modernos, tenían rasgos esqueléticos diferentes, como arcos superciliares pronunciados y formas craneales distintivas, y ambos grupos desaparecieron hace miles de años.

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Los investigadores centraron su análisis en tres eventos genéticos fundamentales que se cree que dieron forma a la evolución de los humanos modernos. Uno de estos eventos clave ocurrió hace 900.000 años como un cuello de botella poblacional.

Un cuello de botella poblacional se considera una reducción drástica en el tamaño de una población provocada por uno o varios factores (como recursos escasos, enfermedades, destrucción del hábitat, fluctuaciones de temperatura y depredación).

Los otros dos eventos clave fueron la divergencia de los humanos modernos y arcaicos hace 650.000 años, y la hibridación entre el Homo sapiens y los neandertales hace 350.000 años. Este cuello de botella de los humanos ancestrales que eventualmente llevó a la dominación mundial del H. sapiens hoy se correspondió con cambios cromosómicos sustanciales como la fusión del cromosoma 2 y la translocación de PAR2 (región pseudoautosómica 2) del cromosoma X al Y.

Reorganización genética

El análisis reveló que los denisovanos, los neandertales y los humanos modernos tienen PAR2 en los cromosomas X e Y, lo que indica que la reorganización genética ocurrió hace entre 856.000 y 1,3 millones de años, antes de la divergencia entre los humanos modernos y los arcaicos.

El estudio relacionó el evento de translocación con la aparición del ancestro común más reciente de los cromosomas Y contemporáneos hace aproximadamente 338.000 años. También calculó que Y-PAR2 y X-PAR2 divergieron hace 518.000 años, y encontró 11 mutaciones específicas masculinas en la región PAR2 del cromosoma X. Estos descubrimientos mejoran nuestro conocimiento de importantes desarrollos genéticos a lo largo de la evolución humana.

Referencia de la noticia:

Partitioning the genomic journey to becoming Homo sapiens. bioRxiv. December, 2024. Pagani, L.; Bertazzon, R.; Pankratov, V.; Vallini, L.; Marneto, D., et al.