¿Ventilador o agua en la piel? Científicos analizan estrategias para enfrentar el calor según el tipo de clima
A medida que el cambio climático intensifica las olas de calor, una pregunta se vuelve crucial: ¿cómo pueden las personas mayores, especialmente aquellas con problemas cardíacos, mantenerse frescas sin poner en riesgo su salud?
Una investigación colaborativa entre la Universidad de Sydney y el Instituto de Cardiología de Montreal brinda información muy interesantes sobre las mejores estrategias de enfriamiento de bajo costo. El estudio estuvo orientado específicamente en la salud de adultos mayores expuestos a condiciones de calor extremo y alta humedad.
Los científicos evaluaron el impacto de métodos de enfriamiento sencillos, como el uso de ventiladores y la aplicación de agua sobre la piel, en un grupo de adultos mayores, algunos con problemas cardíacos y otros sin ellos.
Para ello, recrearon dos tipos de clima en laboratorio: uno cálido y húmedo (38 °C y 60 % de humedad) y otro muy caluroso y seco (45 °C con solo 15 % de humedad). Estas condiciones extremas representan las olas de calor más comunes a nivel mundial y permitieron observar cómo diferentes estrategias de enfriamiento afectan la salud cardíaca en cada contexto.
Ventiladores y calor húmedo
En condiciones de calor y humedad, el uso de ventiladores demostró ser altamente beneficioso para las personas mayores. Contrario a la recomendación actual de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC), que desaconsejan los ventiladores en calor extremo.
El estudio evidenció que el ventilador no solo refrescaba a los participantes, sino que también reducía el esfuerzo cardíaco. Al utilizar un ventilador, incluso sin necesidad de mojarse la piel, los participantes lograron una disminución en la carga de trabajo de sus corazones, lo cual es vital para su bienestar.
El profesor Ollie Jay, director del Centro de Investigación sobre Calor y Salud de la Universidad de Sydney y uno de los autores principales del estudio, explicó la importancia de este hallazgo en un contexto de calentamiento global: “El cambio climático está haciendo que el calor extremo sea cada vez más común. Entender cómo el calor impacta en el corazón y qué estrategias de enfriamiento funcionan es crucial para ayudar a personas vulnerables, como los adultos mayores, a soportar las altas temperaturas del verano”.
Calor seco: cuando el ventilador puede hacer más mal que bien
Sin embargo, la investigación encontró que en condiciones de calor extremo y seco, el uso de ventiladores no solo es ineficaz, sino potencialmente riesgoso.
En este tipo de ambiente, donde la evaporación del sudor es mínima, el ventilador aplica más calor sobre la piel, aumentando el esfuerzo cardíaco en lugar de reducirlo. Para estos climas, la estrategia de rociarse o humedecer la piel con agua demostró ser mucho más efectiva y segura, especialmente para quienes padecen problemas cardíacos.
El Dr. Daniel Gagnon, coautor del estudio y miembro del Instituto de Cardiología de Montreal, destacó que este hallazgo puede ser especialmente útil para personas mayores sin acceso a aire acondicionado. “Muchos adultos mayores no tienen aire acondicionado o viven en zonas donde no es común. Saber que simplemente mojarse la piel puede ayudar a mantenerse fresco en ciertas condiciones climáticas es una buena noticia y una alternativa realista”, afirmó.
Implicancias para la salud
Este estudio es una guía clave sobre las estrategias de enfriamiento a considerar según el tipo de clima. La Dra. Georgia Chaseling, quien también participó en la investigación, enfatizó la importancia de que estas soluciones sean asequibles y accesibles. “Probamos métodos simples y económicos que pueden beneficiar a quienes viven en zonas de bajos ingresos o con recursos limitados. La efectividad de cada estrategia depende de las condiciones climáticas específicas, y con las olas de calor volviéndose más intensas, esta información puede marcar una gran diferencia”, afirmó.
En conclusión, el uso de ventiladores en climas cálidos y húmedos, y el método de humedecerse la piel en climas cálidos y secos, se perfilan como las opciones más seguras y efectivas para reducir la tensión cardíaca en personas mayores. Con este tipo de investigaciones, se abren alternativas prácticas para enfrentar los desafíos de salud que traen consigo las temperaturas extremas, cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Referencia de la noticia:
Georgia K. Chaseling, Ph.D.1, Nicole T. Vargas, Ph.D., et.al. “Simple Strategies to Reduce Cardiac Strain in Older Adults in Extreme Heat”. N Engl J Med 2024;391:1754-1756 DOI: 10.1056/NEJMc2407812