¿Wall-E va al espacio? Este compactador de basura podría solucionar el problema de la gestión de residuos espaciales
The new device to be included in space missions could effectively reduce the volume of waste generated by astronauts and recover almost all of the water contained in the waste for later use.
Who would have thought that fiction could so directly inspire reality? Just as the endearing robot Wall-E did on the futuristic Earth of the Pixar classic, now an innovative device is preparing to face the challenge of space junk.
While this “space Wall-E” may not have big eyes or a romantic mission, he promises to be just as heroic: Sierra Space has developed a Trash Processing and Compaction System (or TCPS) that could reduce the volume of waste generated in space by 75 percent —and recover water and useful gases in the process.
On the International Space Station (ISS), astronauts generate more trash than you might imagine . From food wrappers to wet wipes to work clothes, the waste piles up day after day. Today, NASA has solved this problem by packing the trash into resupply ships, such as Northrup Grumman’s Cygnus vehicle or Russia’s Progress spacecraft, which then undock from the station and burn up upon re-entering Earth’s atmosphere, thereby eliminating the waste.
But the situation changes when it comes to more ambitious missions, such as future expeditions to Mars or the Moon, where returning to the atmosphere to dispose of waste is not an option . And on such long missions, waste management becomes a vital issue.
Como explica el director de Sierra Space, Tom Vice, "cada decisión que se toma en una nave espacial puede tener consecuencias de largo alcance; la gestión de residuos se convierte en una cuestión de supervivencia".
¿Cómo funciona el TCPS?
El compactador de Sierra Space funciona mediante una combinación de calor y presión que compacta los residuos en bloques sólidos y seguros de manipular. Estos bloques son fáciles de almacenar, ocupan menos espacio y tienen una característica inesperada y muy práctica: pueden brindar protección adicional contra la radiación, un factor crucial para proteger a las tripulaciones en las misiones interplanetarias.
Este sistema de procesamiento no solo compacta los residuos hasta dejar menos de una octava parte de su volumen original, sino que también permite extraer casi toda el agua de los desechos “húmedos”, como restos de comida o envases usados. Esta recuperación de agua es especialmente importante en misiones de larga duración, donde cada gota cuenta y se convierte en un recurso reutilizable en lugar de un desperdicio.
Además, el dispositivo incorpora un oxidante catalítico que procesa compuestos orgánicos volátiles (COV) y otros subproductos gaseosos, manteniendo un ambiente seguro y estéril en los hábitats espaciales. La oxidación catalítica es una alternativa más segura y con mayor eficiencia energética que los métodos tradicionales.
Rumbo a las estrellas: pruebas y potencial del TCPS
Sierra Space comenzó su camino hacia las estrellas en 2023, cuando recibió el primer contrato para desarrollar esta tecnología. En 2024 completó su fase inicial de diseño y revisión, y ahora, con el nuevo contrato de la NASA, la compañía está finalizando la fabricación y las pruebas terrestres de la unidad.
La NASA ve en el TCPS un potencial para expandir las capacidades de las misiones tripuladas de larga duración, tanto en términos de eficiencia como de sostenibilidad. Al permitir que los desechos se gestionen de manera compacta y segura, el dispositivo reduce el espacio que ocupa la basura, permite la recuperación de recursos vitales y minimiza el impacto de las misiones espaciales en el medio ambiente, al evitar simplemente lanzar los desechos al vacío del cosmos, una opción que, aunque tentadora, no es ecológica ni sostenible.
Un paso más cerca de un espacio más limpio
Long-duration space exploration demands maximum resource efficiency, and waste is an unavoidable aspect of all human activity, even in orbit. With technologies such as TCPS, space agencies are increasingly closer to making sustainability a fundamental component of their missions. It is no longer just about conquering space, but doing so responsibly, managing our waste even millions of kilometres from Earth.
If this compactor turns out to be as effective as it promises, we could see a new era of space exploration where the term “space junk” has less to do with floating debris and more to do with well-managed and recovered resources. In the future, every spacecraft that goes beyond low-Earth orbit could have its own “Wall-E,” a technological helper that keeps the environment clean and feeds the crew with reclaimed water.
So while Wall-E won't be getting into a real rocket ship, this technology allows us to dream of a future where, just like in the movie, we can explore space without being chased by a cloud of debris.
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