De un invierno crudo a una primavera probablemente lluviosa
El invierno cierra como el más frío a nivel país desde 2007. Con altas probabilidades de que se desarrolle un fenómeno Niño durante el próximo trimestre, las lluvias podrían ser superiores a lo normal en la región más productiva de Argentina.
Con la finalización de lo que se conoce como el invierno meteorológico (junio-julio-agosto), los especialistas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) argentino realizaron en estos últimos días un balance de cómo fue la estación. Los números finales llegaron para confirmar la sospecha que se mantuvo en estos meses: que el invierno fue uno de los más crudos de los últimos años.
El detalle fino del estudio del SMN indica que tuvimos el invierno más frío a nivel país desde 2007, año recordado como el de la excepcional nevada no solo en Buenos Aires sino en varios puntos del centro de Argentina. En el podio general, este año quedará ubicado seguramente en el octavo lugar, siendo en 1984 el más frío jamás registrado.
El comportamiento de este invierno en las distintas provincias del país puede verse de manera explícita en el mapa de anomalías de temperatura mínima y máxima de estos últimos tres meses (Figura 1). El resultado es contundente: el frío más intenso que lo habitual se concentró en el norte del país, especialmente en la región chaqueña. Buena parte de la región central tuvo un invierno más frío que lo normal, y en la medida que nos desplazamos hacia el sur, encontramos anomalías neutras. En la Patagonia, la provincia de Santa Cruz tiene la particularidad de haber sido la única provincia con un invierno menos riguroso.
El Niño nacerá en primavera
El invierno 2018 será recordado con un invierno con gran cantidad de irrupciones de aire frío llegando bien al norte de nuestro país y dejando una alta cantidad de días con heladas. En cuanto a precipitaciones, en líneas generales fue un invierno con déficit de lluvias. Si bien en algunas zonas de Buenos Aires y Entre Ríos ha llovido de manera esperada, la mayor porción del país tuvo valores por debajo de lo normal, especialmente el extremo noreste.
El probable desarrollo de un evento Niño durante este próximo trimestre mantiene una gran esperanza de que este panorama se revierta en la región más productiva de Argentina. Los principales centros de monitoreo y pronóstico de este fenómeno coinciden en que el calentamiento registrado en los últimos meses en las aguas del Pacifico ecuatorial oriental podría conducir efectivamente al inicio de la fase cálida de este fenómeno que involucra al océano y la atmósfera, con un 62% de ocurrencia durante este trimestre.
Si bien el fenómeno de El Niño no es el único actor que puede promover o inhibir las lluvias en las distintas regiones de nuestro país, las estadísticas históricas indican que su presencia se correlaciona fuertemente en esta época del año con lluvias más abundantes que lo normal sobre la región central y fundamentalmente sobre el Litoral.
El pronóstico climático trimestral emitido por el SMN (Figura 2) indica a modo cualitativo que las lluvias serán superiores a lo normal en las regiones indicadas, fundamentalmente en la provincia de Entre Ríos y parte de Corrientes en donde se da la mayor probabilidad de ocurrencia de lluvias por encima de lo normal. La excepción en la región central sería la provincia de Córdoba, sector que viene siendo castigado estos últimos meses con una sequía que se acrecienta y favorece la formación de incendios de manera recurrente. Las lluvias aquí se comportarían de manera normal pero no con valores más altos como se necesita.
En cuanto a las temperaturas, el frío invierno pasado daría lugar a una primavera con temperaturas más altas que lo normal sobre casi la mitad norte del país, con mayor probabilidad de ocurrencia sobre la región del noroeste.