El pronóstico para este verano 2020-2021 en Argentina
Te contamos qué estuvo sucediendo en los últimos meses con las precipitaciones en el país y cuál es el panorama actual. El verano promete ser caluroso en la Argentina, con tormentas más frecuentes en el oeste y la persistencia de condiciones de sequía en el centro y norte.
El fenómeno de La Niña se mantiene fortalecido, con temperaturas en la superficie de mar sobre el centro-este del Océano Pacífico ecuatorial que se ubican aproximadamente 1 °C por debajo de lo normal.
El último pronóstico de consenso emitido en noviembre por parte de International Research Institute (IRI) de la Universidad de Columbia y Climate Prediction Center (CPC) de la NOAA, indica que hay un 99% de probabilidades que se mantenga este estado a lo largo del trimestre diciembre, enero y febrero, el cual representa al verano meteorológico en el hemisferio sur. Incluso, aun en el otoño, la influencia de La Niña seguiría siendo muy probable, con una chance de ocurrencia del 65%, decayendo recién hacia el próximo invierno.
En nuestro país, la existencia de un estado La Niña en época de verano suele estar asociada a condiciones de déficit de lluvia en una gran porción del país que abarca buena parte de la región Pampeana y el Litoral. Hacia el oeste argentino, su vinculación con las precipitaciones en esta época del año se vuelve menos certera, incluso en muchas ocasiones provocando un patrón inverso, con mayor frecuencia de eventos de lluvias y tormentas con anomalías positivas en la cantidad de agua caída.
Estado actual en Argentina
Pues algo de este patrón espacial parece empezar a corroborarse en nuestro país, de acuerdo a lo que aconteció en el pasado mes de noviembre. El déficit de lluvias continúa siendo muy destacado en los sectores más productivos del centro y norte de la Argentina. Por el contrario, las últimas semanas mostraron un aumento notable en la frecuencia de eventos de lluvias y tormentas sobre Cuyo, La Rioja, Catamarca y Tucumán, un sector del país que sale de su clásica temporada seca para ingresar con superávit desde el inicio en la etapa más lluviosa del año.
Este panorama se traduce en un estado crítico de suelos en distintos sectores de la Argentina. El caso emblemático es la provincia de Córdoba, que viene de experimentar una primavera complicada como nunca con los incendios forestales, y se prepara para un verano muy adverso.
Salvo sectores puntuales favorecidos azarosamente por eventos de tormentas, la falta de humedad en suelos también se siente en la provincia de Buenos Aires y el sur del Litoral, presentándose algo más beneficiado el norte de esta región en donde hubo registros de lluvia destacados en las últimas semanas.
Sin grandes cambios a la vista
La última actualización del pronóstico climático trimestral del Servicio Meteorológico Nacional muestra para el verano una persistencia de las condiciones dominantes en el último tiempo.
En cuanto a las precipitaciones, se prevé una amplia zona con déficit de lluvias para el trimestre diciembre-enero-febrero (ver mapa en el tweet de abajo), acentuándose particularmente sobre el sur del Litoral y norte de la Provincia de Buenos Aires.
El informe destaca, por un lado, que toda la zona norte del país, el Litoral, la zona núcleo y la provincia de Córdoba continuarán bajo especial vigilancia debido a las recientes condiciones de sequía extrema, estado de los suelos y focos de incendio asociados.
Por otro lado, y en sintonía con lo mencionado al comienzo del informe, se sugiere el seguimiento más detallado de pronósticos y/o alertas especialmente en Cuyo y el Noroeste, en donde dada la época del año y las condiciones actuales se espera la ocurrencia de eventos de lluvias y/o tormentas localmente intensas.
Por su parte, la previsión de temperaturas para este verano indica una mayor probabilidad de ocurrencia de valores medios por encima de lo normal en una gran extensión de la Argentina.
En otras palabras, tendremos un verano más caluroso que lo normal en Argentina, con una alta probabilidad de registrar una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremas, especialmente en la zona central y norte del país.