El trigo y El Niño
Durante los últimos meses, la temperatura de la superficie de mar del pacífico central fue cambiando y pasó de mostrar valores inferiores a los normales a condiciones dentro de los promedios. Esto implica una transición de un evento La Niña a condiciones Neutrales.
Las características que se presentan sobre la temperatura del Pacífico central, generan consecuencias directas en las diferentes variables meteorológicas sobre una importante porción del país. Esto se debe especialmente al cambio de circulación general de la atmósfera, y la distribución de la humedad sobre el territorio nacional.
Entre las características más generales, el evento La Niña, está relacionado con una disminución del ingreso de humedad al país, mientras que con evento El Niño, las características de humedad se incrementan en una amplia porción del territorio nacional. Asimismo, también tiene implicancias en la temperatura y su relación con las heladas tempranas y tardías.
Tendencias para el invierno
El aumento de las marcas térmicas de la superficie de mar sobre la zona central del océano Pacífico han revertido las condiciones de humedad sobre gran parte del país, lo que puso punto final a la sequía y reactivó las lluvias a nivel generalizado. Pero desde la segunda semana de junio, ingresaron al país, una sucesión de masas de aire frío y seco, que cortaron con la actividad de lluvias y promovieron un fuerte descenso térmico.
Estas características llevaron a una importante estabilidad de las condiciones, lo que permitió que las labores de siembra tengan un ritmo fluido en todo el país. Según la Bolsa de cereales de Buenos Aires, en su último informe, destacó que se lograron implantar alrededor de 845.000 hectáreas, por lo que se alcanzó el 34,1% de las 6.100.000 hectáreas proyectadas para esta campaña.
Y el Niño… ¿Llega?
Mientras tanto, sobre el Pacífico, la temperatura de agua de superficie de mar siguen calentándose de manera progresiva, y los principales modelos climáticos, muestran en su proyección, una importante tendencia de llegar a un evento “El Niño” a partir de la primavera de 2018.
Con estas características, se prevé que sobre el territorio nacional durante el período del invierno prevalezca una situación de importante variabilidad térmica y con lluvias esporádicas. Mientras que a partir de la primavera se reactivarían las precipitaciones y comenzaría a reducirse el riesgo de heladas tardías, especialmente para la región central del país.