La lluvia y el trigo
La intención de siembra de los cultivos de invierno en Argentina estará sujeta a las lluvias que puede desarrollarse en el mes de abril. La tendencia muestra una importante actividad sobre el centro del país que podría definir el área de implantación.
Luego de una de las sequías más importantes de la historia sobre la porción central y norte del país, el escenario para la siembra de cultivos de invierno es negativo. La mala distribución de las lluvias, las elevadas marcas térmicas y la pérdida de humedad en el suelo han generado una gran incertidumbre en la intención de siembra para los cultivos de invierno de 2018.
Las lluvias previstas para los próximos días serían determinantes para la decisión del productor argentino en la implantación de los cultivos de invierno. Si bien la situación general es muy heterogénea, muchos sectores estarán terminando el ciclo de verano con rendimientos magros, sin humedad en superficie y con las napas alejadas, por lo que el escenario inicial es malo.
La tendencia de las lluvias
Siguiendo la tendencia de lluvias para los próximos días, se puede ver un importante incremento de la actividad de precipitaciones para toda la franja central del país, no así para la porción norte, que sería una de las zonas más complicadas, dado que se acerca el período óptimo de siembra y el suelo se mantiene sin la humedad suficiente.
Sobre la zona central se estiman acumulados muy importantes a lo largo de los próximos 15 días, con zonas en donde los registros podrían ser superiores a los promedios mensuales para el mes de abril. Pero estas características sólo se concentrarán sobre el sector central del país, mientras que sobre la porción norte, se prevén lluvias escasas y sólo Santiago del Estero podría presentar algunas precipitaciones moderadas.
¿Qué pasa con las temperaturas?
El comportamiento de las temperaturas también es un factor atípico en el centro y norte del país, ya que se espera que se observen temperaturas muy por encima de los niveles normales para la época del año, con registros muy alejados del riesgo de heladas.
Hacia fines del mes de abril se prevé un descenso térmico moderado, pero llevaría las temperaturas a niveles típicos para la época del año, sin representar riesgo de heladas. Cabe destacar que sólo en el sur de la provincia de Buenos Aires se podría dar, de manera muy aislada, registros potencialmente bajos, pero por el momento no se espera que generen heladas en la zona núcleo del país.