“Triple episodio” La Niña: hacia un fin de año muy caliente en Argentina
Al escenario ya conocido de falta de agua, se le suma la proyección de temperaturas que se irían elevando muy por encima de lo normal para el cierre de la primavera y comienzos del verano. El agro, la energía y el manejo del fuego, en alerta.
Se consolidan los pronósticos que indican la persistencia de La Niña para los próximos 6 meses, con una probabilidad del 70% para el trimestre septiembre-octubre-noviembre, y del 55% para el trimestre diciembre-enero-febrero.
Con estos recientes datos difundidos en un comunicado por la Organización Meteorológico Mundial, todo se encamina a que se presente el primer “triple episodio” de La Niña de este siglo, al abarcar tres veranos (del hemisferio sur) consecutivos desde que inició en septiembre de 2020.
Agravamiento de la sequía en Argentina con el triple episodio de La Niña
Con el correr de los próximos meses, es probable se observe un agravamiento de la sequía sobre el centro y norte de la Argentina. Esto no solamente responderá a la presencia de La Niña con un enfriamiento de las aguas del Pacifico ecuatorial oriental, sino también a una fase negativa de otra teleconexión llamada Dipolo del Océano Indico (IOD), de la cual hemos hablado en detalle en la nota a continuación.
Bajo este escenario, ambas teleconexiones contribuirán en el mismo sentido: el de reforzar las condiciones de circulación atmosférica regional que inhiban el desarrollo de precipitaciones.
La primavera climatológica inició en un contexto muy desfavorable para los suelos de Córdoba, noroeste de Buenos Aires y centro y sur de Santa Fe, en donde se necesitan lluvias de 100 a 140 mm para poder recuperar las condiciones óptimas de los mismos.
Esas lluvias lamentablemente no aparecen en el horizonte cercano. La primera quincena de septiembre viene mostrando un panorama desolador y este probablemente sea solo un breve adelanto de lo que serán los próximos meses, con pocos eventos de precipitaciones generalizadas y abundantes.
¿Hacia un verano “abrasador” en Argentina?
Pero si hay algo de lo que se habla mucho menos bajo el actual escenario y las últimas previsiones, es de las temperaturas.
Luego de haberse registrado el quinto otoño más frio de los últimos 62 años, y un comienzo de invierno que siguió en la misma sintonía, las temperaturas fueron morigerándose y las proyecciones con el correr de los próximos meses indican que irán hacia un marcado aumento por encima de la normalidad.
En el siguiente tweet puede observarse la progresión de anomalías de temperaturas esperadas para los últimos 4 meses del 2022 en Argentina, de acuerdo a la reciente actualización de nuestro modelo de confianza ECMWF.
Durante septiembre (imagen superior izquierda), es probable aun permanezcan anomalías térmicas negativas en el norte argentino, y respondan positivamente primero las provincias continentales del centro del país y el este patagónico, como resultado probablemente de una mayor frecuencia de vientos canalizados del norte.
Con el correr de los meses, vemos como las anomalías positivas de temperatura se extienden también hacia el norte argentino, y particularmente hacia diciembre (figura inferior a la derecha) se intensifican notablemente.
Esto no es algo que no se haya experimentado en los últimos años. Basta recordar la histórica ola de calor de diciembre de 2013, la más persistente desde que se tienen registros sistemáticos. O mucho más reciente, la caliente primera quincena de enero vivida en Argentina en 2021, quebrándose más de 75 récords de temperaturas (algunos históricos) con 19 ciudades del país habiendo registrado su noche más cálida en la historia, según los registros del Servicio Meteorológico Nacional.
Sectores del agro, la energía y el fuego, en alerta
Estas primeras tendencias para lo que será el cierre del 2022 son un signo de atención insoslayable. Hay que tomarlas con prudencia, pero siendo conscientes que el contexto ayuda a que este escenario sea bastante probable, con temperaturas medias por encima de lo normal y olas de calor que podrían empezar a materializarse desde finales de la primavera o recién comenzado el verano.
Esta información climática de valor es clave para gestionar con anticipación una mejor toma de decisión en sectores vitales como el agro, la energía y el manejo del fuego. El combo de falta de agua más temperaturas elevadas promete un nuevo semestre complejo, lamentablemente.