Pronóstico climático: Niño en gestación
Durante el próximo trimestre se daría el inicio de un evento Niño de débil intensidad. Sus efectos lentamente podrían comenzar a sentirse en el país. ¿Qué prevé el Servicio Meteorológico Nacional en cuanto a lluvias y temperaturas?
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) argentino emitió en estos últimos días el pronóstico climático para el cierre de este invierno y el comienzo de lo que será la próxima primavera. Este informe de carácter oficial se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
Este tipo de pronóstico estacional intenta anticipar los rasgos cualitativos más destacados que tendrán las lluvias y las temperaturas sobre el país, variables condicionadas fuertemente por la circulación regional que a su vez depende de diversos factores meteorológicos de distinta escala espacial y temporal.
Chau neutro, hola Niño
Los meses más fríos del año transcurrieron sin la influencia del fenómeno de escala global que más condiciona los patrones de lluvias y temperaturas en nuestro país. El fenómeno El Niño – Oscilación del Sur (ENSO, por sus siglas en inglés) se mantuvo en fase neutral y las condiciones observadas en el país tuvieron más que ver con la variabilidad de la atmósfera asociada a la escala diaria o semanal.
Dentro de esta variabilidad de pocos días se destacaron las irrupciones de aire frío (especialmente en junio) que hicieron que hasta el momento este invierno sea más frío que lo habitual cuando a priori distintos pronósticos de centros internacionales estimaban un invierno algo más cálido que lo normal. Distintos climatólogos coinciden en que este mal pronóstico de los modelos climáticos para nuestro invierno tuvo que ver con la dificultad que tienen en simular periodos anómalamente fríos como el reciente (cada vez menos frecuentes) bajo el contexto actual de cambio climático.
En cuanto a precipitaciones, se pasó de un junio extremadamente seco a un julio con un comportamiento geográfico esperado pero con rasgos muy acentuados, con precipitaciones casi nulas sobre el centro-oeste del país a lluvias excesivas sobre el norte patagónico y este de Argentina.
Los pronósticos por consenso indican que, con una probabilidad del 57%, este nuevo trimestre vería el “nacimiento” de un Niño débil. El calentamiento anormal de las aguas del Pacifico ecuatorial oriental podría empezar a repercutir durante la primavera en cambios en la circulación regional de Sudamérica, afectando especialmente el comportamiento de las precipitaciones.
Trimestre normal con ciertos rasgos de evento Niño
El informe oficial indica que en promedio en estos próximos tres meses debería empezar a revertirse el patrón frío de este invierno, resultando en un trimestre con temperaturas en promedio normales o superiores a lo normal en el país. La mayor probabilidad de ocurrencia de temperatura superior a lo normal se ubica sobre el noroeste argentino, Cuyo y la provincia de Córdoba. Con una probabilidad levemente inferior, las provincias de Buenos Aires, La Pampa y la región central y norte de Patagonia también tendrían condiciones más cálidas que lo habitual.
En cuanto a lluvias, sería un trimestre con registros pluviométricos normales o superiores a lo normal en las distintas regiones de Argentina. Se destaca la región comprendida por el norte del país, centro y sur del Litoral, Santa Fe y noreste de Córdoba, en donde hay una mayor probabilidad de ocurrencia de lluvias superiores a lo normal. Esto es coherente con lo que marca la estadística: El Niño, en caso de desarrollarse, tiende a mostrar una clara señal en esta región, (especialmente en Entre Ríos y Corrientes) con lluvias superiores a lo normal durante estos meses.