Pronóstico climático para el nuevo trimestre en Argentina
El fenómeno de La Niña se mantendrá en los próximos meses condicionando los patrones de lluvias y temperaturas. Se prevé un trimestre cálido en la mayor parte del territorio nacional, con precipitaciones que seguirían presentando valores por debajo de lo normal en la zona agropecuaria más productiva.
En los últimos años los pronósticos estacionales han tenido un importante impulso a nivel mundial debido a la demanda de distintos sectores que necesitan prever en un mediano plazo cómo se comportará la atmósfera. Una previsión certera de meses más lluviosos o más cálidos que lo normal, resulta de enorme utilidad para sectores como el energético o el agropecuario que necesitan planificar con mayor anticipación sus tareas. Si bien este pronóstico carece de precisiones finas como el pronóstico diario que habitualmente vemos en el noticiero, es una herramienta muy valiosa que brinda una tendencia a grandes rasgos hacia a donde se moverá la atmósfera en cuanto a sus variables más condicionantes para el desarrollo de la vida humana: la lluvia y la temperatura.
En tal sentido, El Servicio Meteorológico Nacional argentino publica mensualmente un informe de pronóstico climático trimestral, elaborado por profesionales de dicho organismo en conjunto con expertos de otras instituciones nacionales. Este informe se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
Actualmente se observan temperaturas anómalamente frías sobre el océano Pacifico Ecuatorial Central consistentes con un evento “La Niña” de débil intensidad. Los principales centros mundiales de monitoreo de este fenómeno estiman que estas condiciones persistirán durante lo que resta del verano y comienzos del otoño, lo cual repercutirá en buena manera sobre el comportamiento de las lluvias y las temperaturas en nuestro país.
¿Qué ocurrirá con las precipitaciones?
El informe oficial prevé para el trimestre febrero-marzo-abril una mayor probabilidad (45%) de ocurrencia de precipitación inferior a la normal sobre las provincias del litoral y centro-este de Buenos Aires. Sumado a que La Pampa y el oeste de Buenos Aires presentarían precipitaciones normales o por debajo de lo normal, y que Córdoba y el oeste de Santa Fe mostrarían lluvias normales, se puede concluir que la mayor zona productiva de la Argentina seguirá mostrando un panorama complejo. El déficit de agua que viene siendo notorio en los últimos meses podría acentuarse en amplias zonas del centro de Argentina, en tanto que aquellos sectores que muestren lluvias normales podrían revertir en cierto grado el mal estado que en líneas generales presentan los suelos de la región.
Por su parte, los sectores norte y oeste del país presentarían lluvias normales o superiores a los valores promedios para la época. Esto sería más evidente en la región noroeste argentino, la cual ha tenido en las últimas semanas importantes complicaciones con las excesivas lluvias, y según los pronósticos, esperaría un trimestre con precipitaciones por encima de los valores normales.
Se va el verano, ¿Se va el calor?
El 2017 se ha constituido como el año más caluroso a nivel nacional y este 2018 ha comenzado con la misma sintonía en la mayor parte de Argentina. Según el informe oficial, en este próximo trimestre se mantendrían las condiciones más cálidas que lo normal sobre la mayor parte del territorio argentino.
La única excepción se encontraría en el extremo nor-noreste del país en donde podrían prevalecer condiciones normales o inferiores a lo normal en cuanto a valores térmicos, al igual que en el extremo sur de Argentina.
El resto del país presentaría temperaturas normales o más cálidas que lo normal en el cierre de este verano y comienzos del otoño, y esto sería más probable de que ocurriera en la provincia de Buenos Aires y este de La Pampa, en donde el déficit de lluvias previsto se asociaría a una mayor frecuencia de días poco nubosos y con alta insolación.