El pronóstico del tiempo para el fin de semana en Argentina: inestabilidad y avance del aire frío
Las condiciones de tiempo inestable perduran sobre gran parte de Argentina, especialmente sobre la franja central, que mantiene un alto contenido de humedad, mucha nubosidad y lluvias intermitentes que complican al agro argentino.
Ya se observan condiciones de tiempo inestable sobre el centro y este de Argentina. La presencia de una masa de aire muy húmeda e inestable está generando el desarrollo de lluvias y chaparrones sobre gran parte de la provincia de Buenos Aires, con eventos débiles e intermitentes pero que se presentarán durante gran parte de la jornada.
Esta situación perdurará durante el jueves y viernes, pero con la particularidad que durante el viernes podrían potenciarse y generarse algunas tormentas sobre la región. Todo esto estará asociado al avance de un sistema frontal frío que se desplazará de sur a norte, motivando un destacado descenso de las marcas térmicas durante el fin de semana.
Alerta por tormentas fuertes en el NEA
Se mantienen las condiciones de inestabilidad sobre el noreste de Argentina, por lo que se siguen desarrollando lluvias y tormentas de moderada a fuerte intensidad. Por este motivo, el Servicio Meteorológico Nacional emitió una alerta por probables eventos fuertes que abarca a las provincias de Corrientes, este de Formosa y Chaco y el norte de Santa Fe.
Desde la mañana que se observarán fenómenos intensos, que primero quedarán acotados a una pequeña porción y luego se extenderán al resto de la región afectada. Esta situación se irá potenciando con el transcurso de las próximas horas e incluso días, aunque se irá desplazando por diferentes zonas del Litoral a medida que avancen las jornadas.
El avance del sistema frontal frío generará que las tormentas presenten un desplazamiento desde el centro-este del país hacia el noreste, motivando el desarrollo de precipitaciones de variada intensidad y posteriormente a un moderado descenso de las marcas térmicas.
Las lluvias y la situación agropecuaria
Si bien la actividad agropecuaria necesita de las lluvias para una correcta evolución de los diferentes cultivos, en esta época del año la situación es más compleja. Son tiempos de cosecha de los cultivos de verano y las precipitaciones intermitentes y recurrentes generan retrasos para poder trillar.
Más allá de los problemas de logística que puede llegar a provocar el hecho de tener que reprogramar las tareas, el mayor inconveniente es el deterioro en la calidad de los cultivos y como consecuencia, el rendimiento final de la campaña, ocasionando pérdidas muy importantes, especialmente en el cultivo de soja.
Esta situación rememora a lo ocurrido en abril del 2018, año en el que un extenso período de más de 30 días se mantuvo con un elevado contenido de humedad y lloviznas persistentes generando pérdidas extraordinarias en maíz y soja.