Tendencia climática para febrero en Argentina: la llegada de las tormentas
Durante el tramo final de enero se dieron algunas tormentas sobre el centro y norte de Argentina, aunque la Patagonia quedó al margen de la mayoría de las precipitaciones. Se espera que en febrero comience a repuntar especialmente la frecuencia de las lluvias.
Terminando el mes de enero se registraron algunas lluvias y tormentas de gran magnitud en cuanto al volumen de agua caída, pero no fueron generalizadas, por lo que muchas zonas del país quedaron al margen de esta situación, manteniéndose en una sequía profunda.
Incluso muchas zonas que estuvieron involucradas en las últimas precipitaciones todavía están con características de sequía, por el escaso nivel de humedad en el que se encontraban.
Pero la tendencia en el mediano plazo sigue siendo más optimista. Si bien para muchos sectores esta posible recuperación de las precipitaciones durante el transcurso del mes de febrero llega demasiado tarde, es una buena noticia que comience a revertirse la situación. Cabe destacar que esto será un proceso largo y paulatino.
La pérdida de la intensidad del fenómeno La Niña durante febrero y la transición a condiciones neutrales sería una bisagra desde el punto de vista hídrico para gran parte de Argentina, aunque la variabilidad seguirá siendo uno de los factores más importantes.
¿Qué dicen los pronósticos respecto a las lluvias de febrero?
La mayoría de los modelos climáticos coinciden con nuestros mapas basados en el modelo ECMWF. La tendencia para el mes de febrero es mucho más alentadora. En el mapa de anomalías de lluvia, se puede apreciar que la mayor parte del país comienza a mostrarse con niveles de lluvias más cercanos a los parámetros normales para el mes de febrero.
Cabe mencionar que muchas zonas todavía quedarán con precipitaciones por debajo de lo normal (tomando como normal el promedio de lluvias de los últimos 30 años). Pero una de las cuestiones más significativas es la frecuencia.
Muchas veces analizamos con detalle el nivel y el volumen de agua que puede llegar a registrarse, pero también es muy importante tener en cuenta la cantidad de eventos previstos. Este factor es uno de los más difíciles de poder cuantificar en el mediano plazo, pero se observa un progresivo aumento respecto de los meses anteriores.
¿Y las temperaturas?
El otro aspecto que siempre analizamos en las tendencias de corto, mediano y largo plazo es el factor térmico. Durante esta época del año, sumado a la escasez hídrica, es una de las variables más importantes. Muchas veces ocurre que a las pocas lluvias que se registran, se le resta la gran tasa de evaporación que existe.
Para este febrero, este aspecto no es tan alentador, ya que en el promedio mensual se observa que la mayor parte del centro y norte del país mantendría temperaturas superiores a los niveles medios históricos. La única zona que se normalizaría, luego de un enero extremadamente cálido, es la Patagonia.
Esta situación indica que podrían registrarse algunas olas de calor importantes sobre gran parte del país y que la frecuencia de días de temperatura superior a los niveles medios sería superior a la recurrencia típica de febrero.