Tendencia para febrero, ¿qué pasará con las lluvias y la temperatura?

Las condiciones de sequía se iban agravando en gran parte del país con un verano que se había caracterizado por presentar lluvias puntuales y erráticas, pero el final del mes de enero tuvo una importante situación de lluvias y tormentas generalizadas que generó un significativo alivio.

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Lluvias claves se dieron en el último tramo del mes de enero, mientras que febrero comenzó con bajas temperaturas y algunas lluvias dispersas.

Desde mediados de 2020 se viene observando un detrimento importante de la humedad en la mayor parte del centro y norte del país. Eran pocos los sectores que habían recibido lluvias en invierno, y la mayor parte del área productiva de Argentina se mantuvo sin precipitaciones de magnitud durante gran parte de la primavera.

El verano comenzó con poca actividad, sólo algunos eventos de lluvia aislada iban acompañando la evolución a medida que avanzaba el período más cálido del año. En las últimas dos semanas de enero la situación fue muy particular, primero una importante ola de calor que afectó a toda la porción central y parte del norte argentino puso en jaque a gran parte de los productores agropecuarios, pero luego de la ola de calor llegaron las lluvias que fueron vitales para seguir en carrera.

¿Qué se prevé para febrero?

Analizando la situación a nivel mensual, se puede observar que las condiciones de lluvia siguen siendo escasas. Estudiando la anomalía de precipitaciones, es decir, la diferencia entre lo que se prevé y los valores normales para el mes, se puede ver que solo sobre el noreste del país se esperan precipitaciones superiores a los parámetros normales, mientras que sobre toda la porción central del país, las lluvias quedarían por debajo de los parámetros normales para el promedio de febrero.

En cuanto a las temperaturas, se puede prever una tendencia de anomalía inferior a lo normal. Los registros térmicos presentarán una gran variabilidad a lo largo del mes, con un inicio frío pero luego con un importante incremento de la temperatura. Pero esta oscilación a lo largo del mes no será suficiente como para forzar al promedio mensual a presentarse dentro de los niveles medios y quedará levemente por debajo de lo normal.

Pronóstico de las lluvias semana a semana

Al analizar la evolución de las lluvias se puede observar una gran variabilidad de las precipitaciones a lo largo del mes. En principio, los primeros 7 días de febrero muestran que sólo la región del Litoral podría mostrar lluvias superiores a los promedios, como una continuidad de las lluvias que se estuvieron registrando en el final de enero. Luego, la segunda semana del mes, muestra un núcleo superior a los promedios sobre el norte argentino, que será clave para esa región para que el acumulado mensual se mantenga superior a los promedios.

La segunda quincena se presenta algo más estable, con lluvias cercanas a los niveles medios, o incluso con registros por encima de lo normal, aunque levemente, tanto en la porción norte como sobre la zona central. Se destaca especialmente la franja oeste del centro del país, donde un núcleo de lluvias superior a lo normal podría establecerse sobre Mendoza y San Luis en la última semana del mes.

¿Cómo será la evolución de la temperatura?

Si observamos la tendencia de la anomalía de las temperaturas durante la primera semana de febrero se puede observar la fuerte presencia de la masa de aire frío que ingresó al país luego de las importantes precipitaciones registradas en los últimos días. Esta primera semana será clave para el balance a lo largo del mes, ya que luego se prevé un importante incremento que se potenciará sobre el sector patagónico, mostrando una gran dicotomía entre el sur y norte del país.

Durante las segunda quincena, se prevé que los registros tiendan a valores levemente inferiores a lo normal en la tercera semana de febrero sobre el centro del país, y una cuarta semana con temperaturas por arriba de lo normal sobre la misma región. En tanto, sobre la franja norte del territorio nacional se puede ver una tendencia de temperaturas inferiores a los promedios a lo largo de toda la quincena.