Tercera primavera consecutiva con La Niña... ¿qué esperar entonces?
Solo ocurrió dos veces desde 1950 a la fecha, y todo indica que se dará por tercera vez en la historia una racha de tres eventos La Niña de manera consecutiva. Esto podría complicar aún más la sequía en Argentina.
Al analizar la situación actual del evento ENSO (El Niño Southern Oscillation) se puede ver que todo indica la presencia y la persistencia del evento La Niña, es decir, un marcado enfriamiento en la porción ecuatorial del Pacífico central. Esta “simple” característica, activa un importante mecanismo de circulación de la atmósfera que provoca que sobre toda la franja este de Argentina, la humedad sea muy escasa, y como consecuencia, las lluvias sean erráticas y aisladas.
Pero no todo el país tiene el mismo comportamiento, cada región responde de manera diferente tanto con las lluvias como con las temperaturas en cada época del año. Aunque hay que destacar que, durante la primavera, los efectos del evento La Niña comienzan a potenciarse.
Entre los efectos más contundentes, se puede destacar que toda la región del NEA, Litoral y norte de Buenos Aires, muestra una clara tendencia de lluvias inferiores a lo normal mientras que la porción oeste del país, abarcando La Pampa, sudoeste de Córdoba, y toda la región cuyana, las lluvias son comúnmente superiores a los promedios.
En tanto, las marcas térmicas suelen ser normales o levemente inferiores a los promedios, por lo que, en este tipo de años, suelen observarse heladas tardías.
Los centros meteorológicos mundiales comienzan a estar de acuerdo
Tanto el servicio meteorológico de Australia (con sus siglas en inglés BOM), como la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos (conocido por sus siglas en inglés NOAA) comienzan a coincidir en las perspectivas de largo plazo, mostrando que la anomalía de temperaturas del Océano Pacífico central en su porción ecuatorial se presenta por debajo de los niveles normales. Esta situación implica que La Niña está vigente y se espera que continúe así durante la primavera.
Entre los principales factores que podemos vislumbrar desde el punto de vista pluviométrico es la falta de lluvias y, por ende, la potencialidad de agravarse la situación de sequía que ya viene padeciendo toda la porción este del territorio nacional.
Sobre el Litoral argentino y el noreste de Buenos Aires, junto con la provincia de Córdoba, se espera que el déficit hídrico siga estando presente y sólo se vería afectado por eventos convectivos de una magnitud significativa, pero en áreas muy acotadas, por lo que estaría lejos de observase una solución.
La Niña en primavera y las heladas tardías
A nivel general, la tendencia durante el período de la primavera, con el efecto de La Niña vigente, hace que se potencie la variabilidad térmica, es decir que los grandes cambios de temperatura se incrementen, mostrando importantes aumentos, pero también significativos descensos, provocando así, entradas de aire frío muy destacadas que pueden generar heladas en toda la franja central incluso avanzada la primavera.
Esta vulnerabilidad a los cambios de temperatura está estrechamente ligados a la falta de humedad en la tropósfera, ya que la presencia de ella suele ser un gran moderador de los cambios de temperatura.
Por lo tanto, siempre que estamos bajo un ambiente seco, hay que estar preparados para grandes amplitudes térmicas y como consecuencia, al registro de heladas.